domingo, septiembre 08, 2024

"Alaba, alma mía, al Señor"...Salmo 146.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Domingo 8 de Septiembre del 2024

Hoy la Iglesia celebra dos acontecimientos: La Pascua Eterna de Francisco María de la Cruz Jordán y La Natividad de la Virgen María. 

Francisco María de la Cruz Jordán,  falleció en Tafers (Suiza). Él fundó La Sociedad del Divino Salvador conocida como La Familia Salvatoriana. Fue Beatificado en la Basílica de San Juan de Letrán en Roma por el Cardenal Angelo De Donatis Vicario de SS. Francisco para la Diócesis de Roma el 15 de mayo del año 2021.

La Natividad de la Virgen María, es una de las trece fiestas marianas de la Iglesia Católica. Los padres de María se llamaban Joaquín y Analizaron. Ana era una mujer

estéril y se dice que un ángel del Señor se presentó ante ella y le dijo que concebiría y daría luz. La historia sobre su nacimiento no se encuentra escrita en las Sagradas Escrituras, pero la Iglesia celebra su cumpleaños el 8 de Septiembre, nueve meses de la Solemnidad de la Inmaculada Concepción.

Hoy el Evangelio tomado de Mc 7, 31-37 nos narra la curación que realiza Jesús de un hombre extranjero que era sordomudo. Este milagro fue realizado en territorio pagano y lejos de la multitud.

Dice el texto del Evangelio que Jesús volvía de la región de Tiro, pasó por Sidón y fue hacia el mar de Galilea, atravesando el territorio de la Decápolis. Entonces le presentaron a un sordomudo y le pidieron que le impusiera las manos. Jesús lo separó de la multitud y, llevándolo aparte, le puso los dedos en las orejas y con su saliva le tocó la lengua. Después, levantando los ojos al cielo, suspiró y le dijo: "Efatá”, que significa: “Ábrete”. Y enseguida se abrieron sus oídos, se le soltó la lengua y comenzó a hablar normalmente. Jesús les mandó insistentemente que no dijeran nada a nadie, pero cuanto más insistía, ellos más lo proclamaban y, en el colmo de la admiración, decían: “Todo lo ha hecho bien: hace oír a los sordos y hablar a los mudos”. Mc 7, 31-37. 

Como lo leemos en el texto, Jesús se apartó con el sordomudo de la muchedumbre que le acompañaba y ya aparte, metió sus dedos en los oídos del hombre sordo y escupiendo sobre sus dedos le tocó la lengua.

Hermanos,  Jesús sana a quienes escuchan sus palabras y toman con decisión y fe un camino nuevo reconociéndose como el Salvador.  Cuanto nos hace falta hoy  pedirle al Señor que nos abra la mente y el corazón para poder comprometernos en su seguimiento y actuar con causas justas por los más necesitados. 

Este Evangelio de hoy es clave para reafirmar nuestra misión de acuerdo a lo que nos ha pedido Jesús: "Vayan y díganle a los ciegos que vean, que los sordos oigan y que ya ha llegado la liberación a los cautivos". Recordemos que Jesús nos ha enviado a curar a todos los hombres enfermos y ha darle la paz verdadera. 

Señor, perdona nuestra falta de escucha. Hay mucha gente sorda por ahí a los cuales tenemos que descubrirles la sordera; a otros, hay que ayudarles a superarla. Señor, es tan importante escuchar a las personas y a Dios y es tan triste estar incomunicado. Permite que caigamos en conciencia y abramos nuestros sentidos para oír tu voz que nos invita a sanar nuestra falta de fe y así, podamos salir hacia otros para decirle que contigo a tu lado todo es posible.

 
posted by Laureano García Muentes at 5:17 a.m. | Permalink |


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