jueves, agosto 01, 2024

"Dichoso a quien auxilia el Dios de Jacob"...Salmo 13, 47-53

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Jueves 1 de Agosto del 2024

INTRODUCCION:

Esta parábola que les propone Jesús es escatológica, es decir, del fin del mundo, al igual que la parábola de la cizaña en el campo. Lo que sucederá al fin del mundo, nadie lo sabe, solo el Hijo, Jesús… Pero Él no quiere que estemos ignorantes de algo tan importante para nosotros, como es nuestra salvación. Así, nos dice, que todos estamos llamados al Reino de Dios. En la red de “El gran Pescador”, se recogen toda clase de peces: malos y buenos. Todos están juntos en este tiempo intermedio, entre la primera venida del Hijo del Hombre y la segunda, la definitiva. Este tiempo es largo, porque Dios no tiene prisa con los pecadores: les da tiempo amplio para que se conviertan, pues quiere que todos los hombres se salven y que ninguno se pierda, por falta de tiempo, para conocer la Verdad, que es Jesús y su Amor por el hombre… “Dios también se sienta”… Y dice la parábola que los que seleccionan malos y buenos “se sientan”. Son los ángeles los que harán la separación y como el Señor, “se sientan”… Ellos, siempre hacen lo que ven hacer a su Dios y Creador. Son fieles… Pero el final, es un hecho… Porque habrá un fin para todos los hombres y seremos juzgados según nuestra vida: si creímos que Jesús es el Hijo de Dios y tomamos su Amor como código de vida, entonces seremos salvos… Así, nos dijo Jesús: “el que cree en el Hijo, tiene vida eterna”… Pero no es cualquier fe la que nos ha de hacer santos: es la fe y el seguimiento de la Persona de Jesús, en sus obras y en su Palabra.

En el Evangelio de hoy tomado de Mt 13, 47-53, Jesús nos presenta la parábola de la Red echada en el mar donde refleja también el final de los tiempos tal como lo presenta la parábola de la cizaña; allí podemos apreciar que los Buenos y los Malos están mezclados en el mundo y Dios es el seleccionador. Su voluntad no es condenar a nadie, sino salvar.

Así nos lo presenta el texto del Evangelio: En aquel tiempo, dijo Jesús al gentío: "El reino de los cielos se parece también a la red que echan en el mar y recoge toda clase de peces: cuando está llena, la arrastran a la orilla, se sientan, y reúnen los buenos en cestos y los malos los tiran. Lo mismo sucederá al final del tiempo: saldrán los ángeles, separarán a los malos de los buenos y los echarán al horno de fuego. Allí será el llanto y el rechinar de dientes". Mt 13, 47-50.

En el juicio final, nadie estará excluido, allí no valen las culturas, ni origen ni razas, como también, su nivel de bondad, compasión, educación, condición económica. Cuando el Pescador lance la red y la saque a la playa, vendrá en ella una diversidad de personas. 

Hoy Jesús como ese día, nos hace la pregunta: "¿Entienden esto que les digo?" 

Hermanos, Jesús no excluye a nadie. Él mismo dice que ha enviado profetas, sabios y Escribas para preparar el camino. 

Antes de responder a su pregunta, examinemos nuestra fe pues no basta que pertenezcamos a la Iglesia sino que necesitamos obrar en conformidad a lo que Él nos enseña, siendo verdaderos testimonios de vida fieles a su espíritu. 

Señor, nos ponemos delante de Ti para presentarte nuestras debilidades, preocupaciones y también aquello que no nos agrada, así también, las alegrías, triunfos e ilusiones. Nos ponemos en tus manos y te pedimos la fortaleza necesaria para perseverar en el amor a Ti. Permite comprender el fin de nuestra vocación para que podamos hacer sólo lo que te agrada.

 
posted by Laureano García Muentes at 5:20 a.m. | Permalink |


0 Comments:


<body>