miércoles, julio 31, 2024

"Dios es mi refugio en el peligro"...Salmo 59

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Miércoles 31 de Julio del 2024

INTRODUCCION:

Podemos aplicar la Parábola de hoy (El Tesoro Escondido) a nuestra propia vida. Todos vamos caminando como buscadores de tesoros; en nuestros sueños hemos imaginado que nos tocaba un premio, que obteníamos un puesto elevado en nuestra profesión, que teníamos un triunfo clamoroso. Pero más allá de cualquier búsqueda de ésas, hay necesidades más hondas; más hondas que el sobresalir y el triunfar. Buscamos la verdad, buscamos el amor y buscamos a Dios. El hombre tiene una sed de verdad: necesita saber lo que es auténtico, lo que tiene consistencia, no simplemente se trata de buscar pequeñas verdades, sino La Verdad: esa afirmación real que hace coherente la vida humana, y el mundo que nos rodea. Buscamos un Amor en el cual pueda descansar nuestro corazón y todo su gran deseo de entrega: el corazón necesita ser entregado, necesita entrar en total comunión. Y buscamos a Dios, porque es el que está detrás de esa Verdad Única que queremos alcanzar; y es el depositario del Amor Total con el que queremos entrar en comunión. Y este descubrimiento ocasiona emoción; la misma emoción que tendría un buscador que encuentra un cofre lleno de monedas de oro. Y mucho más, porque es un tesoro de un valor incalculable. El encuentro con Jesús, el descubrimiento de El como la verdad total de la vida, como el amor puro, produce vibración, conmoción. Se siente la certeza de haber encontrado todo lo que se podía buscar. Buscar el tesoro ¡qué importante es! Encontrar el tesoro ¡qué afortunado es el que lo encuentra! Vender todo para adquirir ese tesoro ¡qué gran reto, y qué gran tarea para la vida!

En el Evangelio de hoy tomado de Mt 13, 44-46, Jesús le muestra a la multitud mediante la Parábola del Tesoro Escondido la semejanza que tiene este con la búsqueda del Reino de Dios escondido en un campo.

Dice el texto del Evangelio que Jesús le dijo a la multitud: "El Reino de los Cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo que, al encontrarlo un hombre, vuelve a esconderlo y, por la alegría que le da, va, vende todo lo que tiene y compra el campo aquel". "También es semejante el Reino de los Cielos a un mercader que anda buscando perlas finas, y que, al encontrar una perla de gran valor, va, vende todo lo que tiene y la compra". Mt 13, 44-46.

Con esta parábola, Jesús les da a entender a la gente que para lograr encontrar el Reino de Dios hay que desprenderse de todo y vencer todo obstáculo que se le presente. Es decir,  renunciar con alegría a lo que posee terrenalmente y de todo lo que aprisiona el corazón ( afectos, inclinaciones frívolas, pasiones, etc.)

Hermanos,  hoy estamos invitados a recuperar el tesoro vivo y verdadero que es la vida de Fe. Por eso, acerquémonos a Jesús y junto con Él afanémonos a buscar el camino perfecto que nos ayude a alcanzar el Reino de Dios. 

Señor, haz que descubramos en ti el valor de la amistad que nos ofreces, inclina nuestros corazones a las cosas que de verdad son importantes, no dejes que entreguemos nuestras vidas a causas que no merezcan la pena. Te damos las gracias por el tesoro de la fe, de la oración, de la amistad...Haznos capaces de darlo todo por la perla preciosa que es el Evangelio.

 
posted by Laureano García Muentes at 5:41 a.m. | Permalink |


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