martes, julio 23, 2024

"Muéstrame, Señor, tu misericordia"...Salmo 85

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Martes 23 de Julio del 2024

INTRODUCCION:

En la cultura hebrea la palabra hermano se aplicaba para designar un rango muy extenso de familiares y parientes. A la advertencia que le hicieron a Jesús de que su madre y sus hermanos querían hablar con Él y a su pregunta de ¿Quiénes son mi madre y mis hermanos? Jesús señala con la mano a sus discípulos. Las respuestas de Jesús siempre sorprenden, en este relato resalta especialmente el valor de la madre y de la familia. La llegada de los familiares de Jesús y la presencia de los suyos en el sitio donde El se encontraba le permite a Jesús pronunciar su dicho sobre los verdaderos parientes: "Mi madre y mis hermanos son los que escuchan la Palabra de Dios y la ponen en práctica". Jesús exalta la familiaridad engendrada por la escucha de la Palabra. Esta es la nueva familia nacida de unos vínculos más fuertes que los de la sangre. Los vínculos del corazón que fundamentan nuestra fe y nos hacen ser inseparables de Jesús, a pesar de las distancias, de las obscuridades, de las incomprensiones que la vida o la desgracia se interpongan en algún momento de la vida entre Cristo y nosotros. Somos los familiares de Jesús y como María, la doblemente dichosa por ser madre y por ser discípula, podemos dar a luz a Cristo escuchando su Palabra y poniéndola en práctica. !Dichoso tú si así lo has creído!

El Evangelio de hoy tomado de Mt 12, 46-50, nos dice que Jesús hablaba a la multitud cuando unas personas se le acercan y uno le dijo: "Tu madre y tus hermanos están ahí afuera y quieren hablarte”. Jesús le respondió: “¿Quién es mi madre y quiénes son mis hermanos?” Y señalando con la mano a sus discípulos, agregó: "Éstos son mi madre y mis hermanos. Porque todo el que hace la voluntad de mi Padre que está en el cielo, ése es mi hermano, mi hermana y mi madre”. Mt 12, 46-50.

Miremos algo muy importante: La familia de Jesús la componen sus discípulos  (hombres y mujeres) que a través de los tiempos están en disposición de escucharle y aceptarle como el Mesías, el Hijo de Dios y el Salvador. Le siguen y hacen su voluntad. 

Ahora, quienes desean hacer parte de esa gran familia, necesitan tomar decisiones firmes y tener una Fe fuerte que no se doblegue ante nada y cumpla con la voluntad de Dios.

Hermanos,  la Fe es el factor más importante de esa unión familiar con Dios porque a través de ella se da la vinculación muy cercana con Él. Jesús así se lo expresó a quienes le seguían, como también hoy nos lo confirma  a todos nosotros.

Jesús hoy nos invitan a reflexionar el como debemos buscar construir familias que estén unidas y que los valores y las virtudes Evangélicas sea centro de sus vida y así, brindar testimonio  de la fraternidad y el amor para   ser gestores de la construcción del Reino de Dios en la sociedad. 

Abre, Señor, nuestro entendimiento para recibir tus palabras y hacerlas fructificar en nuestras vida. Renueva nuestros oídos del alma para escuchar tu mensaje, y concédenos la voluntad, la fortaleza y decisión para cumplir tus designios de amor. Aumenta nuestra fe y aumenta nuestra esperanza para entusiasmarnos con el día en que podamos gozar eternamente de ti en el cielo y amarte sin fin.
 
posted by Laureano García Muentes at 5:14 a.m. | Permalink |


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