martes, julio 16, 2024

"Dios ha fundado su ciudad para siempre"...Salmo 48.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Martes 16 de Julio del 2024

Hoy celebra la Iglesia LA ADVOCION A LA SANTISIMA VIRGEN DEL MONTE CARMELO o VIRGEN DEL CARMEN. La Virgen del Carmen es la Virgen María, la Madre de Jesús y por ello Madre Nuestra. Las distintas advocaciones que Ella recibe son producto del lugar y del mensaje que Ella nos trae. Así en distintos momentos de la historia Ella se ha mostrado vestida de diferentes maneras, es por esta razón que se le conoce con distintos nombres o advocaciones como por ejemplo La Virgen del Carmen, que toma su nombre en alusión al Monte Carmelo. Sobre sus orígenes, en el Primer Libro de los Reyes, se habla del profeta Elías, de la gran sequía que sufría el país y de los sacrificios ofrecidos en el Monte Carmelo. Fue entonces que Elías prometió a Dios que el rey Ajaab y el pueblo abandonarían al dios Baal para que El terminara con la sequía que asolaba a la región. Después de varias veces que Elías subió al monte, apareció una gran señal. A partir de entonces el Monte Carmelo –ubicado al oeste del lago Galileo y cuyo nombre significa jardín- se convirtió en un lugar sagrado, hasta donde llegaron a vivir ermitaños que se dedicaban a rezar y que con el paso de los siglos fueron llamados carmelitas.

INTRODUCCION AL EVANGELIO:

Jesús reprocha a las ciudades galileas de Corozaim, Betsaida y Cafarnaúm, donde ha realizado la mayor parte de su predicación y de sus milagros, el no haber aceptado su mensaje y no haberse convertido. Son dos amenazas formuladas con una dureza extrema y precedidas por la exclamación: ¡Ay de ti! Es un lamento adolorido, una advertencia severa dirigida a quienes se niegan a aceptar el regalo que Dios les hace y le dan la espalda. A éstos Jesús los compara con Tiro y Sidón, ciudades fenicias famosas por sus riquezas y su soberbia, que explotaban a los pobres, y fueron golpeadas por el juicio de Dios, según el profeta Isaías. Se menciona también a Sodoma, prototipo de ciudad corrupta, que fue destruida por una lluvia de azufre y fuego (Gen 19, 24ss). Pero todas ellas son menos culpables. Ellas no vieron las maravillas del amor de Jesús que Cafarnaúm y las ciudades galileas sí vieron. Por eso, con el estilo propio de los antiguos profetas, pronuncia palabras duras que ponen en crisis, mueven a abrir los ojos y a cambiar de actitud. La palabra de Jesús pone de manifiesto lo que hay en el hombre, pero no condena a la persona. Condena el mal, no a quien lo comete.

En el Evangelio de hoy tomado de Mt 11, 20-24, Jesús expresa su disgusto frente a esas ciudades donde Dios se había manifestado a través de los profetas; y Él, realizó la mayor parte de sus milagros. Y les dice: " ¡Ay de ti, Corozaín! ¡Ay de ti, Betsaida! Porque si los milagros realizados entre ustedes se hubieran hecho en Tiro y en Sidón, hace tiempo que se habrían convertido, poniéndose cilicio y cubriéndose con ceniza. Yo les aseguro que, en el día del Juicio, Tiro y Sidón serán tratadas menos rigurosamente que ustedes. Y tú, Cafarnaúm, ¿acaso crees que serás elevada hasta el cielo? No, serás precipitada hasta el infierno. Porque si los milagros realizados en ti se hubieran hecho en Sodoma, esa ciudad aún existiría. Yo les aseguro que en el día del Juicio la tierra de Sodoma será tratada menos rigurosamente que tú”. Mt 11, 20-24.

Esas ciudades que recrimina Jesús eran donde Él había realizado más milagros y predicaciones, demostrándoles que era el Mesías esperado; más sin embargo, seguían siendo hostiles a la Palabra de Dios.

Jesús les advierte a sus discípulos que no podían esperar recompensas y elogios por difundir el mensaje de la salvación propuestos por Él al ser misioneros de acciones de misericordia. 

Su advertencia nos cae hoy también a nosotros quienes leemos y meditamos los Evangelios y queremos misionar en cualquier lugar del mundo, pues en muchos lugares abundan las críticas y existen personas que piensan saberlo todo y no dan paso a nuestras palabras. 

Preguntémonos: ¿Cómo me sitúo ante la Buena Nueva de Jesús? , ¿Será que donde he actuado tantas veces merecen esa misma advertencia que hizo Jesús a Cafarnaúm, Corazín y Betsaida?

Señor, Rey de Misericordia, te pedimos que abras nuestros oídos para escuchar tu voz, nuestros corazones a tu voluntad para seguirte y aprender a amarte en nuestra vida diaria.

 
posted by Laureano García Muentes at 7:37 a.m. | Permalink |


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