"El Señor reina, vestido de majestad"...Salmo 93. 

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Sábado 13 de Julio del 2024

INTRODUCCION:

Jesús no quiere engañar a sus apóstoles, llamándoles a una vida terrena donde todo les va a ir bien. Les indica que van a correr su misma suerte: “Si al dueño de la casa lo han llamado Belcebú, ¡Cuánto más a los criados!”. El invita a sus apóstoles a vivir su misma vida y por encima de todo predicar el evangelio, Hoy nos exhorta: “No tengáis miedo”. Miren, a veces sentimos esta aridez espiritual pero no tenemos por que tenerle miedo. El Padre nos cuida porque nuestro valor es grande a sus ojos. Lo importante es la franqueza, la valentía del testimonio de fe reconociendo a Jesús ante los hombres y siguiendo adelante obrando el bien. 

Dice el texto del Evangelio que Jesús les dijo: "El discípulo no es más que el maestro ni el servidor más que su dueño. Al discípulo le basta ser como su maestro y al servidor como su dueño. Si al dueño de casa lo llamaron Belzebul, ¡Cuánto más a los de su casa! No los teman. No hay nada oculto que no deba ser revelado, y nada secreto que no deba ser conocido. Lo que Yo les digo en la oscuridad, repítanlo en pleno día; y lo que escuchen al oído, proclámenlo desde lo alto de las casas. No teman a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma. Teman más bien a aquél que puede arrojar el alma y el cuerpo al infierno. ¿Acaso no se vende un par de pájaros por unas monedas? Sin embargo, ni uno solo de ellos cae en tierra, sin el consentimiento del Padre de ustedes. También ustedes tienen contados todos sus cabellos. No teman entonces, porque valen más que muchos pájaros. Al que me reconozca abiertamente ante los hombres, Yo lo reconoceré ante mi Padre que está en el cielo. Pero Yo renegaré ante mi Padre que está en el cielo de aquél que reniegue de mí ante los hombres". Mt 10, 24-33.

Seamos pues capaces de llevar ante Dios nuestras fatigas, el sufrimiento de ciertas situaciones, el compromiso de seguirlo, de ser cristianos porque Él nos llenará de esperanza y nos hará sentir su cercanía.

Preguntémonos: ¿Sentimos miedo? ¿Nos sentimos perseguidos por causa de nuestro compromiso en el anuncio de Evangelio?

Señor, danos la valentía necesaria para cumplir tu voluntad en cada momento de mi vida. Danos, Señor, la fe, la esperanza y la caridad para vivir el estilo de vida que nos propones en tu Evangelio.