jueves, julio 04, 2024

"Los mandamientos del Señor son verdaderos y eternamente justos"...Salmo 19.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Jueves 4 de Julio del 2024

INTRODUCCION:

"Ánimo, hijo, tus pecados son perdonados". Esta frase del Señor al paralítico nos dice el Evangelio que escandalizó a muchos de los presentes… Lo que no nos dice es qué efecto causó al paralítico y, sin embargo, estoy convencido que fue ya determinante para él que le llamara “hijo” y que le perdonara sus pecados… Y es que Jesús interviene con la fuerza del Padre en la historia de esta persona y lo llama, desde la oscuridad del mal y el sinsentido, a la luz de la Bienaventuranza. Esta Revelación de Dios en la historia de una persona y de una comunidad que la presenta precede al milagro físico. Con Jesús Dios entra en nuestra historia paralizada por el mal y el pecado y nos anima a convertirnos. Y es que el mal, las “estructuras de pecado” que diría San Juan Pablo II, nos atenazan y no nos dejan vivir ni caminar. Jesús ha venido para dar de nuevo vigor a nuestras piernas, a nuestros corazones, en la Misión del Reino.

En el Evangelio de hoy tomado de Mt 9, 1-8, Jesús de regreso a su ciudad ( Cafarnaúm) restituye a un hombre de su enfermedad que lo mantenía paralizado y lo libera de sus pecados.

Dice el texto del Evangelio que: "Le presentaron a un paralítico tendido en una camilla. Al ver la fe de esos hombres, Jesús dijo al paralítico: “Ten confianza, hijo, tus pecados te son perdonados”. Algunos escribas pensaron: “Este hombre blasfema”. Jesús, leyendo sus pensamientos, les dijo: "¿Por qué piensan mal? ¿Qué es más fácil decir: ‘Tus pecados te son perdonados’, o ‘Levántate y camina’? Para que ustedes sepan que el Hijo del hombre tiene sobre la tierra el poder de perdonar los pecados - dijo al paralítico- levántate, toma tu camilla y vete a tu casa”. Mt 9, 1-6

En el relato del Evangelio  podemos observar unos aspectos muy importantes: La compasión de Jesús hacia el paralítico y la disposición de ayudarle a sanar físicamente. Jesús no solo curó al paralítico, sino que también le perdonó sus pecados, mostrando que su poder va más allá de lo meramente físico y se extiende al ámbito espiritual.

Por otra parte, La fe de los hombres que llevaron al paralítico a Jesús. Una actitud que hay que destacar, pues sus creencias en la capacidad sanadora de Jesús los llevó a superar obstáculos y a buscar en Él la ayuda. 

Esta fe activa y perseverante fue recompensada con la curación del paralítico.

Hermanos, este hecho es una gran enseñanza para nosotros hoy, pues aquí radica la importancia que debemos considerar siempre en confiar en la intervención Divina y buscar a Jesús en todos  los momentos.

Por lo tanto, los invito a que reflexionemos este pasaje y miremos como es de grande y poderoso el poder transformador de la fe, ella rompe todas las barreras y nos abre nuevos caminos donde experimentaremos el amor incondicional de Dios que nos impulsa a ser instrumentos de su misericordia en cualquier lugar donde nos encontremos.

Señor, nos acercamos a Ti, como el paralitico del Evangelio que fue llevado a tu presencia. Somos unos inválidos sin tu gracia y estamos imposibilitados para realizar cualquier obra buena. Te pedimos que rompas todas nuestras parálisis y haznos poner en marcha para predicar la Buena Nueva de tu amor.

 
posted by Laureano García Muentes at 5:28 a.m. | Permalink |


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