"Atención, los que olvidan a Dios"...Salmo 50.
REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY
Lunes 1 de Julio del 2024
INTRODUCCION:
Jesús
avisa con claridad al Escriba sobre las exigencias a su seguimiento: no tiene
nada que ofrecerles, ni siquiera una casa donde recibirles; es además una
opción radical, ni siquiera los lazos familiares, filiales, de tanta dimensión
humana. Jesús no es un político, un populista, que por rodearse de seguidores
-de votantes- ofrece paraísos en la tierra. En esa línea, en otros momentos a
los apóstoles les avisó de lo que le esperaba de persecución, hasta la muerte,
del fracaso de su causa, que les dejaría a ellos sin la persona que les había
congregado, y se dispersarían. Tampoco ellos quisieron entenderle. Es un
aviso que el cristiano no debe olvidar. Seguir a Jesús no lleva al éxito
económico, ni social, ni a la comodidad de quien no se compromete con causa
alguna. No podemos engañarnos, Jesús no nos engaña. Lo que no impide que
el seguimiento de Jesús esté impregnado de atractivo. El atractivo de la
bondad, de la búsqueda de la verdad de lo que somos cada uno, los demás y el
Dios de todos, y, por lo tanto, de encontrar sentido al vivir…Las renuncias por
ser fieles a seguir a Jesús, merecen la pena por lo que se consigue en nuestra
realización personal, en la fidelidad a ser lo que somos, como personas
humanas, como cristianos, que es en lo que se ha de fundar la felicidad, que
todos deseamos.
En el Evangelio de hoy tomado de Mt 8, 18-22, Jesús deja en claro que para entrar en el Reino de Dios existen muchas exigencias donde se requiere decisión y disposición. Jesús quiere liberar a sus discípulos de todas esas cosas que ofrece el mundo que bloquea e impide al hombre a seguirlo.
Al verse rodeado de una gran multitud, mando a sus discípulos cruzar a la otra orilla. Dice el texto que cuando lo iba hacer se aproximó un Escriba y le dijo: "Maestro, te seguiré adonde vayas”. Jesús le respondió: “Los zorros tienen sus cuevas y las aves del cielo sus nidos; pero el Hijo del hombre no tiene dónde reclinar la cabeza”. Otro de sus discípulos le dijo: “Señor, permíteme que vaya antes a enterrar a mi padre”. Pero Jesús le respondió: “Sígueme, y deja que los muertos entierren a sus muertos”. Mt 8, 18-22.
Miremos algo muy importante que sucede cuando el Escriba se ofrece voluntariamente en seguir a Jesús. Como lo vemos es él quien se ofrece y se invita y Jesús, no lo rechaza sino que le pone en claro la perspectiva ardua del apostolado.
Y que caminar al lado de Jesús significa desprendimiento de todo y olvidarse de toda comodidad. Es dejar atrás los pensamientos de encontrar una posición social privilegiada y ventajosa frente a las demás personas. Es estar dispuesto a todo y en todo tipo de lugar donde se tenga que ir.
Quizá muchos nos preguntaremos: ¿Por qué se hace tan difícil seguir a Jesús sin condiciones? Y miren como sería la respuesta: Seguir es proseguir con lo que empezamos. Sería muy bueno que hoy cada uno nos hagamos esa misma pregunta en conciencia aunque se tenga que hacer un sobreesfuerzo. No tengamos miedo porque nuestro Dios es misericordia.
Pidámosle que nos aumente nuestra fe y nos llene de valor para dejar todo atrás y seguirle.