martes, julio 02, 2024

"Señor,  guíame con tu justicia"...Salmo 5.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Martes 2 de Julio del 2024

INTRODUCCION:

Aunque algunos no tengamos experiencia de la navegación, la dificultad de los pequeños barcos, de las lanchas, cuando en el mar se suscita una tormenta nace en nosotros el miedo, la preocupación y la angustia. Hoy vemos cómo los discípulos se sienten angustiados, con miedo, por doble motivo: uno, la tormenta que les inquieta y les preocupa, otro, porque Jesús duerme y da la impresión de que no quiere enterarse. ¿Cuál de las dos será la que el Evangelista querrá resaltar? Por la respuesta que da Jesús, yo me inclino, por el segundo. Para vencer la tempestad sabían ellos más que Jesús. No hay que olvidar que Jesús está con la comunidad y en medio de ella. Nos acompaña, y esa compañía provoca confianza, amor, sentido comunitario, ánimo, ilusión, esperanza y, sobre todo, sostiene a la comunidad. La barca de la Iglesia hoy, da la sensación, que algunas veces olvida a Jesús. Se mira mucho a sí misma y deja de lado a Jesús. Parece no ser Él el centro de la comunidad, el importante, el guía y maestro, aquel que quita los miedos y nos ayuda ante las dificultades, pues las tenemos. Pidamos hoy a Jesús que nos acompañe, nos siga instruyendo con su Palabra para perder los temores y las angustias de la vida.

El Evangelio tomado de Mt 8, 23-27 nos narra el milagro de Jesús de la tempestad calmada, cuando viajaba en una barca junto a sus discípulos en el mar de Galilea y una gran tormenta se presentó y las olas cubrían la barca. Jesús dormía en la popa de la barca y los discípulos le despertaron gritando de miedo diciéndole: "Maestro, ¿No te preocupas si nos ahogamos?, ¡Sálvanos!".

Dice el texto del Evangelio que: "Jesús se despertó diciéndoles: "Cobardes, por qué tienen miedo. Hombres de poca fe?" y levantándose, increpó al viento y al mar, y sobrevino una gran calma. Los hombres se decían llenos de admiración: "Quién es éste, qué hasta el viento y el mar le obedecen?" Mt 8, 23- 27.

Este relato de hoy hermanos está lleno de simbolismo y significado que nos invita a reflexionar sobre nuestra propia fe y la confianza en Dios. 

Miremos que reflexiones podemos deducir de este pasaje: 

1. La fe y la confianza en Jesús:*  Los discípulos, al ver la tormenta, sienten miedo y desesperación. Pero Jesús, quien está durmiendo en la barca, permanece tranquilo y en paz. Esto nos recuerda que,  a pesar de las dificultades que enfrentamos en la vida,  nuestra fe en Jesús nos brinda esperanza y paz. Debemos confiar en Él, incluso cuando no entendemos lo que está sucediendo a nuestro alrededor.

2. La omnipotencia de Dios:*  La tormenta representa las dificultades y pruebas que todos enfrentamos en algún momento de nuestras vidas. Jesús, con una simple orden, calma la tormenta, mostrando su poder y control sobre todas las cosas.  Esto nos recuerda que Dios está con nosotros en todo momento, y que Él tiene el poder para ayudarnos a superar cualquier obstáculo.

3. El temor y la duda:*  La reacción de los discípulos, llena de miedo y desesperación, nos muestra que es natural sentir temor ante las dificultades. Sin embargo,  Jesús les reprende por su falta de fe.  Es importante recordar que,  aunque la vida nos presente desafíos,  la verdadera fe no se basa en la ausencia de miedo, sino en la confianza en Dios,  a pesar de nuestras dudas.

Hermanos, este Evangelio de hoy nos deja una gran enseñanza sobre la importancia de tener fe firme y fuerte en Jesús,  de confiar en su poder y su presencia en nuestras vidas. También, este nos anima a enfrentarnos a las dificultades con valentía, sabiendo que Dios siempre está con nosotros, y que  Él tiene el poder para ayudarnos a salir adelante. 

Señor, muchas veces no comprendemos las cosas que suceden y no sabemos  explicar los problemas que surgen en nuestras vidas. Tú eres nuestro Dios, y duermes en la barca de nuestras almas; por eso hoy necesitamos tu ayuda, para confiar en ti, aunque duermas y parezca que "no te importa nada. Señor te pedimos que nos regales ese poco de fe que le faltó a los apóstoles, pues aunque estés dormido, Tú eres el Dueño del universo. Calma toda tempestad que originan las tentaciones y dificultades para ver de una manera diferente cual es tú voluntad.

 
posted by Laureano García Muentes at 5:24 a.m. | Permalink |


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