viernes, julio 05, 2024

"No sólo del pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios"...Salmo 119.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Jueves 5 de Julio del 2024

INTRODUCCION:

Dicen los refranes: “El que va con un cojo, cojea” y “Dime con quien vas y te diré quien eres”. Detrás de estas expresiones hay mucha verdad, pero también se esconde mucha injusticia: el que va con un cojo, puede ayudarle a caminar mejor, el que está con “mala gente” puede animarles a cambiar de vida... En Jesús encontramos el ejemplo más claro. Se acerca a los pecadores, no por ser pecador, sino para ayudarles a salir del pecado, para que sean más felices. Jesús se acercó a los pecadores, a los más pecadores. Y nosotros, como cristianos, tenemos que seguir su ejemplo. Pero no podemos ser ingenuos; hay peligros, muchos peligros. ¡Cuantas personas han entrado de buena fe en ambientes difíciles y, además de no cambiar nada, han cambiado ellos a peor. Necesitamos conocer los peligros, no para encerrarnos entre los que se consideran buenos, sino para cumplir la misión de Jesús con las debidas ayudas: el apoyo de un grupo, el acompañamiento de un sacerdote o de una persona de confianza...

En el Evangelio de hoy tomado de Mt 9, 9-13 vemos a Jesús en Cafarnaún donde mira y se le acerca a un hombre que estaba sentado en una mesa de recaudación de impuestos y le dijo: "¡Sígueme !".

Así este hecho lo narra el texto del Evangelio: "Jesús vio a un hombre llamado Mateo, que estaba sentado a la mesa de recaudación de impuestos, y le dijo: "Sígueme”. Él se levantó y lo siguió. Mientras Jesús estaba comiendo en la casa, acudieron muchos publicanos y pecadores, y se sentaron a comer con Él y sus discípulos. Al ver esto, los fariseos dijeron a los discípulos: “¿Por qué su Maestro come con publicanos y pecadores?”

Jesús, que había oído, respondió: “No son los sanos los que tienen necesidad del médico, sino los enfermos. Vayan y aprendan qué significa: Yo quiero misericordia y no sacrificios. Porque Yo no he venido a llamar a justos, sino a pecadores”. Mt 9, 9-13

Jesús llama a Mateo, un recaudador de impuestos, para que le siga y se convierta en uno de sus discípulos. Pero miremos una cosa importante: A pesar de la reputación desfavorable de Mateo, Jesús lo acepta y come con él junto a otras personas consideradas pecadores; y esto, escandaliza a los Fariseos y Escribas.

La misericordia y amor de Jesús son incondicionales. Él llama a aquellos considerados pecadores o marginados por la sociedad y les muestra que la verdadera fe implica acoger a todos, sin importar su pasado o reputación. 

Hermanos, busquemos abrir nuestro corazón a todos, a mostrar compasión y a seguir el ejemplo de Jesús; recordemos que Él vino a llamar a los pecadores, no a los justos, recordándonos que todos necesitamos su amor y redención.

Señor, gracias por acercarte a nosotros pobres pecadores y llamarnos para que te sigamos. Te pedimos que perdones nuestros pecados y juicios apresurados e injustos, como también, todas esas cosas que hemos asumido y que nos mantiene presos y esclavizados.

 
posted by Laureano García Muentes at 5:46 a.m. | Permalink |


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