"Mi alma está sedienta de ti, Dios mío"...Salmo 62.
REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY
Lunes 22 de Julio del 2024
Asistió en las últimas horas agónicas de Jesús y fue testigo silenciosa junto a María la Madre de Jesús y Juan, el discípulo amado.
INTRODUCCION AL EVANGELIO:
María Magdalena, tuvo la dicha de encontrar a Cristo resucitado y no lo duda, corre en busca de los apóstoles para comunicarles la gran noticia: "He visto al Señor”. Y miren, en una sociedad como la Judía, en que la mujer no tenía ninguna credibilidad, Jesús, escoge a María Magdalena, para que anuncie a sus apóstoles la Buena Nueva del triunfo de Cristo sobre la muerte:¡ Jesús Vive!,¡ha resucitado!. Así, ella se convierte en la gran mensajera de la resurrección; apóstol de los apóstoles, predicadora, de la Verdad . La Orden de Predicadores, la conmemora de modo especial, ella fue la primera que predicó anunciando la resurrección, y esto es lo que, nuestra Orden, anuncia desde su nacimiento: Al Dios que vive, al Viviente a Jesús que triunfó de la muerte. María, al encontrarse con Jesús, desea permanecer junto a Él, pero este le envía y ella obedece, va a cumplir su misión. Hermanos, todo predicador tiene que buscar a Cristo primero, pero este encuentro le llevará al anuncio del Amor de Dios a todos los hombres manifestado en Cristo, muerto y resucitado. Es, "Contemplar y transmitir lo contemplado”. Por lo tanto, busquemos a Cristo y transmitamos su mensaje a todos los pueblos. "¡Jesucristo esta Vivo y esta en medio de nosotros!"
El Evangelio de hoy tomado de Jn 20, 1-2. 11-18 así nos lo narra el texto del Evangelio: "El primer día de la semana, María Magdalena fue al sepulcro al amanecer, cuando aún estaba oscuro, y vio la losa quitada del sepulcro. Fuera, junto al sepulcro, estaba María, llorando. Mientras lloraba, se asomó al sepulcro y vio dos ángeles vestidos de blanco, sentados, uno a la cabecera y otro a los pies, donde había estado el cuerpo de Jesús. Ellos le preguntan: "Mujer, ¿por qué lloras?" Ella les contesta: *"Porque se han llevado a mi Señor y no sé dónde lo han puesto" Jn 20, 1-2 11-13.
Hermanos, Este pasaje nos habla del encuentro de María Magdalena con Jesús resucitado. Después de la crucifixión, ella en su dolor y confusión, no reconoce inicialmente a Jesús cuando él se le aparece. Pero cuando Jesús la llama por su nombre, ella lo reconoce y se llena de alegría y asombro.
Este encuentro nos recuerda que incluso en nuestros momentos más oscuros, Jesús está presente y nos llama por nuestro nombre. Él conoce nuestro dolor y nuestras luchas, y desea revelarse a nosotros de una manera personal y transformadora.
Que este Evangelio de hoy nos anime a mantener la mirada puesta en Jesús, a confiar en su amor y a estar atento a su voz que te llama por nuestros nombres. Que su presencia viva llene nuestros corazón de esperanza y gozo como la vivida por María Magdalena.
Señor, también a nosotros nos llamas por nuestros nombres. Te escuchamos, Señor. María Magdalena fue
agradecida, te amaba con todo su corazón de mujer y dedicó toda su vida a
seguirte y servirte. Que también nosotros, Señor, seamos agradecidos, te amemos, te sigamos con
confianza y te sirvamos con esa misma generosidad.