lunes, junio 17, 2024

"Atiende a mis gemidos, Señor"...Salmo 5.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Lunes 17 de Junio del 2024

INTRODUCCION:

Jesús ofrece al hombre un planteamiento básico que es actual y que reclama respuestas actualizadas. Jesús sabe que a la violencia sólo se le puede ganar a fuerza de amor, al egoísmo con el poder de la generosidad, y al odio a base de perdón. Este es el camino que Jesús nos presenta en su Evangelio. El hoy nos muestra el camino de la verdadera justicia mediante la ley del amor que supera la venganza, es decir ese «ojo por ojo y diente por diente». Esta antigua regla Judía imponía infligir a los trasgresores penas equivalentes a los daños causados, pero Jesús no pide a sus discípulos sufrir el mal, sino que pide reaccionar pero no con otro mal, sino con el bien. Pues, solo así, se rompe la cadena perversa del mal.

En el Evangelio de hoy tomado de Mt 5, 38-42 Jesús dirigiéndose a los discípulos les habla sobre  la Venganza y les pide hacer el bien con desprendimiento como también, amar a los que no lo merecen sin esperar recompensa alguna. 

Él les dice: "Sabéis que está mandado: "Ojo por ojo, diente por diente". Pues yo os digo: No hagáis frente al que os agravia. Al contrario, si uno te abofetea en la mejilla derecha, preséntale la otra; al que quiera ponerte pleito para quitarte la túnica, dale también la capa; a quien te requiera para caminar una milla, acompáñalo dos; a quien te pide, dale; y al que te pide prestado, no lo rehúyas". Mt 5, 38-42.

Hermanos, Jesús hoy nos  muestra el camino del amor como también, el precio que significa comprometerse con éste moralmente. 

El nos enseña con este Evangelio, el ideal de la vida cotidiana y nos regala algunos ejemplos que nos ayudan a encontrarlos y a comprender el sentido de la correspondencia frente al mal que corroe el mundo y la sociedad. 

Entonces, les invito a que nos preguntemos: ¿Estoy dispuesto siempre a responder a ese amor sin condiciones?

Recordemos que el amor no tiene ningún límite y estamos tú y yo invitados a ser perfectos como lo es nuestro Padre del Cielo.

Señor, danos la fortaleza necesaria para vivir tus enseñanzas de amor. Ayúdanos a darnos cuenta de que nos invitas a ser más generosos. Que acojamos tu invitación de forma que nos donemos a los demás. Perdona y cura la violencia, el egoísmo y el odio de nuestros corazones.

 
posted by Laureano García Muentes at 5:33 a.m. | Permalink |


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