martes, junio 11, 2024

"El Señor revela a las naciones su justicia"...Salmo 98.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Martes 11 de Junio del 2024

Hoy celebra la Iglesia a San Bernabé Apóstol de Jesús, quien fue un judío originario de la Isla de Chipre y quien residía en Jerusalén donde ejercía el ministerio de Levita. Bernabé fue quien llamó a Pablo para el ministerio de la Evangelización y fue allí, un gran colaborador. Bernabé fue un colaborador incansable y un creyente que se atrevió a soñar con una Iglesia en la que se viviera la Unidad. Murió lapidado en la Isla de Chipre en Salamina a principios del siglo II.

INTRODUCCION AL EVANGELIO:

Jesús quiere liberarnos del mal que nos asedia en este mundo. Para ello los apóstoles, reciben gratis este don para la misión, de parte del Señor Jesús. La misión apostólica, acompañada de una forma concreta de vivir y expresar la buena noticia de Jesucristo, ayuda al pueblo al que se dirige el anuncio del reino de Dios; por ello, es al enfermo por los pecados, por la debilidad humana, al que acude el apóstol. Así, nuestra predicación, ha de ser desde la humildad y sencillez de una vida desde la verdad y transparencia de nuestras obras, manifestando al mundo la alegría de la vida cristiana. La vida cristiana consiste en servir.  Es andar, Predicar, no “abusar”, dad gratis lo que habéis recibido gratis.

En el Evangelio de hoy tomado de Mt 10, 7-13 podemos apreciar que Jesús define una estrategia a seguir para difundir el Evangelio en todos los lugares del mundo.

Jesús les dice a los Doce discípulos: "Por el camino, proclamen que el Reino de los Cielos está cerca. Sanen a los enfermos, resuciten a los muertos, purifiquen a los leprosos, expulsen a los demonios. Ustedes han recibido gratuitamente, den también gratuitamente. No lleven encima oro ni plata, ni monedas, ni provisiones para el camino, ni dos túnicas, ni calzado, ni bastón; porque el que trabaja merece su sustento". Mt 10, 7-10.

Hermanos: Jesús nos eligió y nos llamó por nuestros nombres. Él nos entregó su mensaje Evangélico para salir por todas las partes del mundo a transmitirlo de palabra y con nuestros  testimonios de vida.

Y miren: Jesús no nos entregó esa misión para guardarla  para nosotros, sino para compartirla con muchas personas que a bien nos rodean. 

Como mensajeros del Evangelio, estamos llamados a llevar esperanza, sanidad y consuelo a los demás, sin esperar recompensa material. Este tiempo desafiante nos insta a ser valientes y perseverantes en nuestra misión de amor y servicio, confiando en que Dios proveerá lo que necesitamos. Recordemos que en la entrega desinteresada está la verdadera riqueza del corazón.

Señor, sabemos que nos llamas a ser tu testigo en todas partes, a ser más tuyo y menos del mundo. Enséñanos a darte siempre el primer lugar en nuestras vidas y servirte con alegría y desinterés entre los demás. Te pedimos la gracia de nunca defraudar tu amor, sino vivir esta vida que me regalas cumpliendo la misión que nos has encomendado.

 
posted by Laureano García Muentes at 5:42 a.m. | Permalink |


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