martes, junio 04, 2024

"Señor, tú has sido nuestro refugio de generación en generación "...Salmo 90.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Martes 4 de Junio del 2024

INTRODUCCION:

El Evangelio hoy nos invita a  preguntarnos ¿Cómo nos acercamos a Jesús? ¿Con intereses ocultos, con segundas intenciones? Al leer el texto vemos a los fariseos y partidarios de Herodes que se acercan a Jesús con hipocresía  para hacerle caer en la trampa con esta pregunta ¿Es lícito pagar impuesto al César o no? Jesús en la respuesta que da a fariseos y herodianos: no opone, lo temporal a lo espiritual, lo político a lo religioso, la autoridad civil al reino de Dios. Dice: Devolved al Cesar lo que es del Cesar. Hoy tú y yo estamos invitados a responder ¿Qué es del Cesar?  La figura, la inscripción de la moneda que le presentan, es decir las apariencias, lo externo...  por eso Jesús añade en su respuesta: Devolved a Dios lo que es de Dios. ¿Qué es de Dios? De Dios es el regalo de la vida. De Dios es la persona, porque es Dios, quien ha creado al ser humano a su imagen y semejanza. De Dios es su pueblo Santo adquirido por él a precio de la Sangre de Cristo. De Dios es la justicia, la misericordia, el amor de Padre a cada persona...Mira en tu conciencia ¿Qué es de Dios? ¿Qué le das a Dios en tu vida? Tú ten a Dios como único Señor de la historia y esfuérzate por hacer esta historia más humana, más fraterna más Reino de Dios.

En el Evangelio de hoy tomado de  podemos ver como los Fariseos y Herodianos enviaron a unos jóvenes estudiantes que aún no habían recibido el título de Rabí, quienes como espías con oscuros propósitos y engaño, le tendieran una trampa a Jesús para sorprenderlo en algunas afirmaciones sobre el cumplimiento de la ley. 

Dice el texto del Evangelio que ellos le dijeron: "Maestro, sabemos que eres veraz y que no te cuidas de nadie, porque no miras la condición de las personas, sino que enseñas con franqueza el camino de Dios: ¿Es lícito pagar tributo al César o no? ¿Pagamos o dejamos de pagar?" Mas Él, dándose cuenta de su hipocresía, les dijo: "¿Por qué me tentáis? Traedme un denario, que lo vea". Se lo trajeron y les dice: "¿De quién es esta imagen y la inscripción?". Ellos le dijeron: "Del César". Jesús les dijo: "Lo del César, devolvédselo al César, y lo de Dios, a Dios". Y se maravillaban de Él. Mc 12, 13-17.

Los herodianos prepararon una encerrona contra Jesús, para poderlo acusar y condenar. Preguntaban a Jesús sobre el impuesto que había que pagar a los romanos. Era un asunto polémico que dividía a la opinión pública. Los adversarios de Jesús querían a toda costa acusarlo para menguar su influencia ante la gente. Grupos, que antes eran enemigos entre sí, ahora se unen para luchar en contra de Jesús que invadía, según ellos, su terreno. 

Miren: los emisarios de los fariseos y partidarios de Herodes, fueron a Jesús con la mala intención de “cazarlo”, proponiéndole una difícil pregunta, de la que se podía derivar en la respuesta ser partidario de la ocupación romana, poniendo al pueblo judío en su contra. Sabemos que Jesús salió airoso de la trampa que le habían tendido.

Hermanos, este Evangelio de hoy nos está invitando a preguntarnos sobre la manera de acercarnos a Jesús. No podemos acercamos a Jesús como lo hacen sus interlocutores en el Evangelio de hoy, que no creían en él, que no le amaban, que buscaban desprestigiarle. 

Nosotros, después de que nos sedujera con su amor, todos los días, nos acercamos a Él porque queremos vivir una historia de amor junto a Él y a nuestros hermanos. No podemos olvidar que como cristianos estamos invitados a peregrinar con la Fe en cada acto de nuestra vida social sin olvidarnos que en ellos debemos demostrar la fidelidad a Dios. Así nos lo recalca Jesús hoy: "Dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios".

Señor, Tú eres sincero porque nos enseñas el camino que nos lleva a Dios, el camino verdadero que nos da paz y felicidad. Queremos escucharte hoy con un corazón atento, con una voluntad decidida para recorrer tu camino. Tú no nos engañas, Tú hablas con claridad. Nos adviertes del peligro de construir mal nuestra vida de ofrecer al César (a cualquier ídolo) lo de Dios y a Dios lo que les corresponde a las cosas y a las personas. Sin embargo, a veces nos engañamos, nos equivocamos: te queremos contentar con unas monedas, una oración, una reunión o un compromiso; para que nos dejes tranquilos y no nos pidas más. Y damos nuestro trabajo y nuestra vida a otros "dioses": a las aficiones, a los caprichos, al placer, al dinero, a la fama, a la moda o al poder; diosecillos que nos exigen mucho y no dan nada bueno.

 
posted by Laureano García Muentes at 5:31 a.m. | Permalink |


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