viernes, mayo 31, 2024

"¡Que grande es en medio de ti el Santo de Israel!"...Is. 12.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Viernes 31 de Mayo el 2024

INTRODUCCION:

María nos deja hoy de ejemplo como ha de ser la actitud fundamental del discipulado: Ponerse en camino. María recibe la invitación a salir de sí misma, de su ciudad, a ponerse en camino y realizar un viaje hacia una ciudad de Judá. Ella es portadora de buenas noticias, como discípula se pone al servicio de la palabra de vida, una vida que brota, y que es reconocida en el seno de una estéril. Ella es llamada por su prima Isabel bienaventurada, al ser dichosa y creyente. Ella ha creído como Abraham. La fe le da la palabra y la movilidad. María es discípula y se pone al servicio de su Hijo. La voz y el saludo de María, transforma a Isabel y suscita en ella la alegría de los últimos tiempos. Y es en este momento cuando María proclama su Magnificat. Un cántico que constituye la respuesta de María a las palabras de Isabel. y allí, los protagonistas  María y el Señor. Nuestra Señora hoy nos trae también una alegría nueva, llena de significado; nos trae una nueva capacidad para afrontar con fe los momentos más dolorosos y difíciles; nos trae la capacidad de misericordia, para perdonarnos, comprendernos, apoyarnos unos a otros.

Hoy celebra la Iglesia la Visita de María a su prima Isabel. un acontecimiento histórico que nos invita a fijar nuestras miradas en ese misterio que encierra María como mujer peregrina de la Fe.

Con esta celebración se cierra el mes de mayo dedicado a la Santísima Virgen María. 

Este hecho así es narrado en el Evangelio de hoy tomado de Lc 1, 39-56: "María partió y fue sin demora a un pueblo de la montaña de Judá. Entró en la casa de Zacarías y saludó a Isabel. Apenas ésta oyó el saludo de María, el niño saltó de alegría en su vientre, e Isabel, llena del Espíritu Santo, exclamó:

“¡Tú eres bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo, para que la madre de mi Señor venga a visitarme? Apenas oí tu saludo, el niño saltó de alegría en mi vientre. Feliz de ti por haber creído que se cumplirá lo que te fue anunciado de parte del Señor”. María dijo entonces: “Mi alma canta la grandeza del Señor, y mi espíritu se estremece de gozo en Dios, mi Salvador, porque Él miró con bondad la pequeñez de su servidora. En adelante todas las generaciones me llamarán feliz, porque el Todopoderoso ha hecho en mí grandes cosas: ¡su Nombre es santo! Su misericordia se extiende de generación en generación sobre aquéllos que lo temen. Desplegó la fuerza de su brazo, dispersó a los soberbios de corazón. Derribó a los poderosos de su trono y elevó a los humildes. Colmó de bienes a los hambrientos y despidió a los ricos con las manos vacías. Socorrió a Israel, su servidor, acordándose de su misericordia, como lo había prometido a nuestros padres, en favor de Abraham y su descendencia para siempre”. María permaneció con Isabel unos tres meses y luego regresó a su casa". Lc 1,39-56.

Como lo leemos en el texto del Evangelio, María partió sin demora a la casa de su prima Isabel a compartirles la alegría que sentía al haber sido escogida por Dios para se madre de su Hijo. Esa alegría sentida en el fondo de su corazón la convirtió en una gran misionera. Ella, no guarda para sí, la Palabra de Dios comunicada por el Ángel Gabriel sino que la comparte con alguien muy querido para ella. María creyó y ésta fue su mayor grandeza.

Hermanos: María alabó a Dios por su elección y reconoce su Providencia en el gobierno del mundo.  Hoy tú y yo estamos también llamados a levantarnos de nuestras fragilidades y salir a prisa con la alegría de haber sido escogidos por el Señor para llevar a todos los lugares del mundo el mensaje de la salvación que nos legó Jesús, proclamando también como María su grandeza. No tengamos miedo, el Señor nos acompaña. 

Te damos gracias Señor por tu compañía, por tus enseñanzas y por tus fuerza...Hoy te pedimos que nos ayude a vivir de acuerdo con el Evangelio y que nuestra Madre Santísima nos lleve a vivir la experiencia del encuentro contigo.

 
posted by Laureano García Muentes at 5:44 a.m. | Permalink |


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