viernes, junio 07, 2024

"Qué grande es en medio  de ti el Santo de Israel"...Is 12.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Viernes 7 de Junio del 2024

Hoy esta celebrando la Iglesia la Solemnidad del Sagrado corazón de Jesús. Una devoción se remonta a la Edad Media y fue reconocida por S.S. Pio IX. y en ella se quiere demostrar a los hombres, El amor y la fidelidad del Señor se manifiesta en la humildad de su corazón: Jesús no vino a conquistar a los hombres como los reyes y los poderosos de este mundo, sino que vino a ofrecer amor con mansedumbre y humildad. Así se definió a sí mismo: “Aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón”. Y el sentido de la fiesta del Sagrado Corazón de Jesús, que celebramos hoy, es que descubramos cada vez más y nos envuelva la fidelidad humilde y la mansedumbre del amor de Cristo, revelación de la misericordia del Padre. 

INTRODUCCION AL EVANGELIO:

El Evangelio de hoy nos sitúa en el Gólgota, en la crucifixión. Se trata de un contexto de muerte, de injusticia, de absurdo... También es expresión de entrega total, porque en medio de ese absurdo resuenan las palabras de Jesús: “nadie me quita la vida, yo la entrego libremente”. Esta libertad incondicional es fruto de un amor en plenitud. La lanza traspasa el costado, la herida queda abierta y se puede contemplar el corazón y en él la fuerza del amor de Dios. No es solamente una contemplación piadosa... en ella debemos contemplar el rostro de tantas mujeres y hombres que sufren lo absurdo, la injusticia, la explotación, la mentira, la invisibilidad... Contemplarles y preguntarme qué se me pide a mí... qué puedo hacer yo.

El Evangelio de hoy tomado de Jn 19, 31-37 así lo describe el texto: "Era el día de la Preparación de la Pascua. Los judíos pidieron a Pilato que hiciera quebrar las piernas de los crucificados y mandara retirar sus cuerpos, para que no quedaran en la cruz durante el sábado, porque ese sábado era muy solemne. Los soldados fueron y quebraron las piernas a los dos que habían sido crucificados con Jesús. Cuando llegaron a Él, al ver que ya estaba muerto, no le quebraron las piernas, sino que uno de los soldados le atravesó el costado con la lanza, y en seguida brotó sangre y agua. El que vio esto lo atestigua: su testimonio es verdadero y él sabe que dice la verdad, para que también ustedes crean". Jn 19, 31-35.

Lo significativo de este Evangelio es el cumplimiento de una profecía del Antiguo Testamento que menciona que no se le romperían los huesos al Mesías y porque el agua y la sangre que brotó del costado de Jesús simbolizan el nuevo pacto que se establece en la Iglesia: El bautismo, la Eucaristía, la purificación y redención que Jesús ofrece a través de su sacrificio en la cruz. 

Es de destacar en este suceso, la humanidad y la divinidad de Jesús. Si, Él experimentó el sufrimiento y la muerte de una manera muy real, pero también demostró su poder al decidir cuándo entregar su espíritu, mostrándonos así, que su sacrificio fue voluntario y redentor para todos los creyentes.

Y miren: El agua representa el Espíritu que Jesús glorificado va a derramar en Pentecostés a todos sus discípulos y la Sangre significa la muerte de Jesús como símbolo necesario para lograr la salvación.

Preguntémonos: ¿He descubierto el gozo que significa el haber encontrado y seguido a Jesús?

Señor, confiamos y confiaremos siempre en tu bondad. Hoy tu Evangelio testifica que de tu Corazón broto sangre y agua, porque es día de tu muerte en la cruz diste hasta la última gota de ella, por nuestra salvación. Guíanos durante esta oración para que no dejemos pasar este torrente de amor y ella alimente nuestra alma y se ilumine el sentido de nuestras vidas. Sagrado Corazón de Jesús en vos confío.

 
posted by Laureano García Muentes at 5:20 a.m. | Permalink |


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