miércoles, junio 05, 2024

"A ti Señor, levanto mis ojos"...Salmo 123.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Miércoles 5 de Junio del 2024

INTRODUCCION:

El evangelio de hoy toca uno de los puntos más difíciles de entender de nuestra vida, esto es, la realidad de la muerte y la promesa de la resurrección. Efectivamente, la resurrección escapa a la razón, es un misterio que sólo se atisba a comprender desde la fe. Los saduceos no creen en la resurrección, ¡cuántos saduceos tenemos hoy en nuestra sociedad, que está muy equivocada, que no comprenden las Escrituras ni quién es Dios realmente. Por eso los cristianos debemos estar preparados para dar razón de nuestra fe. En esta sociedad, cada vez más inmersa en la cultura de la muerte, urge anunciar la verdadera vida que no se acaba, la Vida Eterna a la que todos estamos llamados. Nuestra verdadera patria es el cielo, aquí estamos de paso, salimos de Dios y volvemos a Dios. Hoy urge anunciar que Cristo está vivo, que Dios no es un Dios de muertos sino de vivos, que tiene poder para transformar la muerte en vida

En el Evangelio de hoy tomado de Mc 12, 18-27 podemos ver como unos Saduceos que eran miembros de la clase alta sacerdotal y ejercían autoridad religiosa en el Templo y el Sanedrín se acercaron a Jesús para tenderle una trampa. Y le dicen: "Maestro, Moisés nos ha ordenado lo siguiente: “Si alguien está casado y muere sin tener hijos, que su hermano, para darle descendencia, se case con la viuda”. Ahora bien, había siete hermanos. El primero se casó y murió sin tener hijos. El segundo se casó con la viuda y también murió sin tener hijos; lo mismo ocurrió con el tercero; y así ninguno de los siete dejó descendencia. Después de todos ellos, murió la mujer. Cuando resuciten los muertos, ¿de quién será esposa, ya que los siete la tuvieron por mujer?”. Mc 12, 18-23.

Como lo hemos visto en los últimos Evangelios existía un enfrentamiento muy marcado entre las autoridades religiosas judías y Jesús. 

Hoy es el grupo de los Saduceos, quienes discrepan abiertamente a Jesús; pero miren, estos conflictos eran de gran ayuda para los que le seguían, pues era para ellos una gran enseñanza a fin de no dejarse manipular por la ideologías que reinaba. Esos enfrentamientos los animaba y les llenaba de valor para seguir adelante al lado de Jesús. 

Y miren, Jesús les respondió con dureza: "Están en un error porque no han entendido las Escrituras ni el poder de Dios" y les dice así porque la muerte es totalmente diferente a las condiciones que ellos le plantean. "Después de la muerte no hay casamientos ni nada similar, puesto que todos serán como ángeles del cielo"

Hermanos, recordemos esas palabras que Jesús nos legó y que se encuentran escritas en las Sagradas Escrituras: "Yo soy el Dios de Abraham, el Dios de Isaac  y el Dios de Jacob" y con ello nos da a entender que el Dios que tenemos es un Dios de vivos y no de muertos. Por lo tanto, la esperanza en la resurrección es la fuerza eficaz que ordena todas las realidades humanas. 

Seguir a Jesús es confiar que tenemos un Dios que es Padre de todos y que siembra en nuestros corazones la esperanza. 

Señor, enséñanos a estar siempre abiertos a la verdad. Gracias por darnos tu vida. Haznos defensores valientes de la vida. Gracias, Señor, porque al romper la piedra de tu sepulcro nos trajiste en las manos la vida verdadera, no sólo un trozo más de esto que los hombres llamamos vida, sino la inextinguible, la zarza ardiendo que no se consume, la misma vida que vive Dios.

 
posted by Laureano García Muentes at 5:28 a.m. | Permalink |


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