martes, mayo 07, 2024

"Señor,  tu derecha me salva"...Salmo 138.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Martes 7 de Mayo del 2024

INTRODUCCION:

Jesús anuncia su regreso al Padre. El retorno al Padre es la ratificación de Dios sobre la justicia manifestada en la vida y la muerte de Cristo. El Señor promete que enviará el Espíritu Santo, como un abogado, que acompaña la vida de la Iglesia. Será el Espíritu Santo quien nos fortalecerá en el Amor para ser testigos en el tiempo y las circunstancias que nos toca vivir. Por tanto, hoy invocamos con corazón ardiente al Espíritu Santo pidiéndole que prepare el camino de la paz y de la unidad.

En el Evangelio de hoy tomado de Jn 16, 5-11 Jesús Resucitado les dice claramente a sus discípulos que es necesario que vuelva al Padre para que así, Él pueda enviar al Paráclito.

Así, lo dice el Evangelio: “Ahora me voy al que me envió, y ninguno de ustedes me pregunta: ‘¿A dónde vas?’. Pero al decirles esto, ustedes se han entristecido. Sin embargo, les digo la verdad: les conviene que yo me vaya, porque si no me voy, el Paráclito no vendrá a ustedes. Pero si me voy, se lo enviaré.” Jn 16, 5-7.

Hermanos, todo proceso de evangelización necesita la presencia y guía del Espíritu Santo. Él nos asiste como el Abogado, nos impulsa y nos defiende. 

Y miren: En el plan de Dios, la ausencia física de Jesús no solo es condición para que el Espíritu Santo se haga presente sino que requiere que Jesús mismo lo envíe. Y esa fue su promesa, pues Él, unirá  su testimonio al de Jesús para que la justicia resplandezca a los ojos de los que crean. 

Por ello hermanos, cuando nos sintamos desalentados y achicopalados ante las injusticias, recurramos e imploremos al Espíritu Santo para que venga a nosotros y haga presencia en nuestras mentes y corazones llenándonos de alegría y paz. 

Gracias Señor porque estás siempre a nuestro lado, ayúdanos a sentir tu cercanía, queremos estar siempre contigo. Ayúdanos a creer más, a apoyarnos más en Ti, a valorar la fuerza que has puesto en nuestros corazones y a descubrir la belleza de una sonrisa desconocida, para así, a afrontar la vida con ilusión, esfuerzo y esperanza.

 
posted by Laureano García Muentes at 5:17 a.m. | Permalink |


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