"A toda la tierra alcanza su pregón" Salmo 19.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Viernes 3 de Mayo del 2024

La Cruz y la Tumba donde reposó el cuerpo de Jesús fueron descubiertos en el año 320 por Santa Elena madre del Emperador Constantino y estaban bajo un templo erigido a la diosa Venus donde fueron enterrados por Romanos. Hoy recibe la Basílica que guarda estas reliquias el nombre del Santo Sepulcro. 

INTRODUCCION AL EVANGELIO:

Tomas y Felipe son protagonista de un momento muy importante de revelación por parte de Jesús. Antes de Jesús estaba claro que nadie podía ver a Dios; aunque algunos personajes en el Antiguo Testamento tenían ciertas experiencias (Moisés, Abraham, Elías, Jacob) el pueblo en general sentía la presencia y compañía del Señor, pero no lo podía ver. Esto lo cambia Jesús; Él con toda claridad le dice a Felipe que el que lo ve a Él ve al Padre Dios, así de simple, así de concreto, así de profundo, así de maravilloso. Jesús ve que hay muchas personas que lo siguen, que lo escuchan (discípulas y discípulos), pero no todos entienden la profundidad de su ser, la muestra es el mismo Felipe; por esta razón hace una exhortación fuerte: “créanme: yo estoy en el Padre y el Padre está en mi”. Esta es la verdadera identidad de Jesús: ver a Jesús es ver a Dios, amar a Jesús es amar a Dios, conocer a Jesús es conocer a Dios, escuchar a Jesús es escuchar a Dios.

El Evangelio de hoy tomado de Jn 14, 6-14 nos muestra a Jesús en conversación con sus discípulos dándoles ideas claras sobre quién era y sobre la misión a la que fue enviado por Dios-Padre. 

Dice el texto del Evangelio que Jesús le dijo a Tomás: "Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre, sino por mí. Si ustedes me conocen, conocerán también a mi Padre. Ya desde ahora lo conocen y lo han visto”. Felipe le dijo: “Señor, muéstranos al Padre y eso nos basta”. Jesús le respondió: “Felipe, hace tanto tiempo que estoy con ustedes, ¿y todavía no me conocen? El que me ha visto, ha visto al Padre.” Jn 14, 6-10.

Pero Felipe inquieto y aún dudoso,  recibe el mensaje contundente de Jesús  donde lo hace 

reaccionar y le dice que podemos experimentar al Padre por medio del rostro misericordioso de Jesús y a la vez, poder mostrarlo a nuestros hermanos, solo necesitamos ser testigos trasparentes de su amor. 

Pregúntate: ¿Estas siguiendo a Jesús, Camino, Verdad y Vida, mostrándolo siempre a los demás? ¿Presentas a Jesús a tus amigos como un camino que vale la Pena?