jueves, mayo 02, 2024

"Contad las maravillas del Señor a todas las naciones"... Salmo 96.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Jueves 2 de Mayo del 2024

INTRODUCCION:

Jesús destaca la importancia de permanecer en su amor. Esta permanencia implica una relación continua, no ocasional. Al seguir a Jesús, los discípulos son llamados a mantener una conexión constante con él. Esta conexión profunda y sostenida con Jesús, que también nosotros estamos llamados a cuidar, es una fuente de alegría, ya que implica vivir en la verdad de su amor y experimentar la felicidad y la plenitud que provienen de vivir la vida como hijos e hijas de Dios. Jesús es la fuente de agua viva, que nos nutre y fortalece. Él en persona carga sobre sí el pecado, el miedo y el sufrimiento y, en definitiva, nos purifica y transforma misteriosamente en vino bueno. En esos momentos de necesidad nos sentimos a veces aplastados bajo una prensa, como los racimos de uvas que son exprimidos completamente. Pero sabemos que, unidos a Cristo, nos convertimos en vino de clase. Dios sabe transformar en amor incluso las cosas difíciles y agobiantes de nuestra vida. Lo importante es que «permanezcamos» en la vid, que es Cristo.

En el Evangelio de hoy tomado de Jn 15, 9-1, Jesús hablándole a sus discípulos les dice que cuanto ansía que su amor se reproduzca en ellos para que en unidad con Él, de frutos en abundancia.

Este anuncio lo manifestó Jesús a sus discípulos el Jueves Santo durante la Última Cena. Él les dijo: "Como el Padre me amó, así también los he amado yo: permanezcan en mi amor. Si cumplen mis mandamientos, permanecerán en mi amor, como yo he cumplido los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor." Jn 15, 9-11

Jesús nos mira con amor y afecto; y cuando nos llamó a nosotros, lo hizo con el corazón y voz suave para que le escucháramos,  le siguiéramos, lo aceptáramos guardándole fidelidad tanto a Él como a Dios-Padre. 

Hermanos, se hace necesario y muy importante que nosotros miremos y cuidemos las raíces que nos alimentan y dan vida para que la Savia de Jesús Resucitado fluya con todo su vigor hacia nuestras ramas para que así, tengamos vida abundante. Pero miremos, eso se logra en la medida que permanezcamos en su amor.

No olvidemos que Jesús es fuente de agua viva que nos nutre y fortalece y más ante cualquier necesidad o aridez.

Señor, Tú nos has creado para que seamos felices; has querido contagiarnos de tu misma alegría, a todas las personas, sin excluir a nadie. para que nuestra alegría crezca cada día. No dejes que seamos seres resentidos, quejosos, sin vida. Ésa no es la opción de una vida digna y plena, ése no es tu deseo para nosotros, ésa no es la vida en el Espíritu que brota del corazón de Cristo resucitado. No permitas que nuestra vida se ahogue en el egoísmo. Ayúdanos a dejar espacio en nuestros corazones para los demás. Ábrenos los oídos para escuchar tu voz, esa voz que nos recuerda que nos amas con locura, para que así crezcamos en la dulce alegría de sentirnos amados, y que nuestras vidas palpiten en el entusiasmo por hacer el bien.

 
posted by Laureano García Muentes at 5:08 a.m. | Permalink |


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