domingo, mayo 19, 2024

"Envía tu Espíritu, Señor, y renueva la faz de la tierra"...Salmo 104.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Domingo 19 de Mayo del 2024

Hoy celebramos con gozo  La venida del Espíritu Santo sobre los Apóstoles. Hecho que ocurrió después de nueve días de la Ascensión de Jesús al Cielo cuando los once discípulos perseveraban en oración junto con algunas mujeres y con María, la Madre de Jesús. Se dice en los Evangelios, que ellos oyeron un sonido como un "viento poderoso" y unas "lenguas de fuego" descansaban sobre sus cabezas.

La iglesia celebra el Pentecostés siete semanas después de la Pascua de la Resurrección de Jesús. 

INTRODUCCION AL EVANGELIO:

Hoy es la solemnidad de Pentecostés, la fiesta del Espíritu. La alegría de la Pascua se hace más plena por el don del Espíritu. Jesús quiere dar a nuestro pobre corazón el Espíritu del Amor, a nuestra cabeza el Espíritu de Sabiduría, a nuestra débil voluntad, el Espíritu de Fortaleza, y para liberarnos del miedo, el Espíritu de la valentía... El Espíritu Santo es nuestro defensor, nos la paz, nos hace testigos de su misericordia y su perdón. Demos gracias a Dios por el don que se nos ofrece y abramos de par en par nuestra vida para que el Espíritu Santo penetre hasta lo más profundo de nuestra existencia.

Hoy el Evangelio tomado de Jn 20, 19-23 nos narra este hecho muy significativo e importante,  así: "Al atardecer de ese mismo día, el primero de la semana, estando cerradas las puertas del lugar donde se encontraban los discípulos, por temor a los judíos, llegó Jesús y poniéndose en medio de ellos, les dijo: “¡La paz esté con ustedes!”. Mientras decía esto, les mostró sus manos y su costado. Los discípulos se llenaron de alegría cuando vieron al Señor. Jesús les dijo de nuevo:"¡La paz esté con ustedes! Como el Padre me envió a mí, yo también los envío a ustedes”. Al decirles esto, sopló sobre ellos y añadió: “Reciban el Espíritu Santo. Los pecados serán perdonados a los que ustedes se los perdonen, y serán retenidos a los que ustedes se los retengan”. Jn 20, 19-23.

Como lo leemos en el texto del Evangelio, Jesús  entrega a sus discípulos y   amigos presentes, su Espíritu y les regala el don de la Paz.

La paz que Él les regala no es cualquier paz sino la paz que solo puede entregar Dios: El Respeto y la Convivencia Fraterna entre todos los hombres; y esta se logra mediante El Perdón y la Reconciliación.

Hermanos, Jesús nos Envió al mundo con una Misión muy concreta:  Humanizar la vida sembrando en los hombres gestos de Liberación y de Perdón.

Entonces, se hace necesario apoyar con todas nuestras fuerzas e intenciones al Espíritu Santo quien nos guiará y acompañará con su "Soplo que alienta nuestras vidas" y apartar de ellas toda fragilidades y así darle fortaleza a nuestra Fe. 

Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo, tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta en los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre, si tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado, cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma el espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones, según la fe de tus siervos; por tu bondad y tu gracia, dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno.
 
posted by Laureano García Muentes at 6:28 a.m. | Permalink |


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