viernes, mayo 10, 2024

"Dios es el Rey del mundo"...Salmo 47.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Viernes 10 de Mayo del 2024

INTRODUCCION:

El contexto del pasaje del Evangelio de hoy ocurre en la última cena. El pasaje de hoy quiere dar respuesta a la afirmación que Jesús  les había dicho, de manera enigmática para ellos: “Dentro de poco no me veréis, pero poco más tarde me volveréis a ver”. La posibilidad de ausencia de Jesús, ese “dejar de verlo” y ella, hace referencia a su muerte próxima, la causa de la profunda tristeza entre los suyos; y es necesario revivir esta experiencia de dolor que supuso la cruz, para poder entender qué significa la promesa que Jesús les hace en este pasaje: “También vosotros ahora sentís tristeza; pero volveré a veros, y se alegrará vuestro corazón, y nadie os quitará vuestra alegría”. Porque la alegría a la que se refiere Jesús, tiene que ver con la “visión” del Señor. No ya de una manera física, sino interior, que surge del encuentro con el Resucitado y de una vida iluminada y guiada por su Espíritu que nos habita y habita nuestro mundo. Acojamos en este tiempo Pascual la promesa que Él nos hace; que nos permita vivir unidos a Él los acontecimientos de cada día, porque Él es la fuente de una alegría que nadie nos podrá quitar.

En el Evangelio de hoy tomado de Jn 16, 20-23a. Jesús reunido con sus discípulos les volvió a decir con toda claridad:  que ellos se iban a lamentar, pero mundo en cambio se alegrará. Él se refería a la tristeza y el gozo que ellos iban a tener por su muerte y su posterior Resurrección. 

Así les dice: "Les aseguro que ustedes van a llorar y se van a lamentar; el mundo, en cambio, se alegrará. Ustedes estarán tristes, pero esa tristeza se convertirá en gozo.” La mujer, cuando va a dar a luz, siente angustia porque le llegó la hora; pero cuando nace el niño, se olvida de su dolor, por la alegría que siente al ver que ha venido un hombre al mundo.” Jn 16, 20-22.

La alegría a la que se refiere Jesús no es un sentimiento más que se añade a otros, sino que es la esencia del encuentro con el Señor, y esta se caracteriza por la permanencia a su lado.

Hermanos, hoy Jesús nos invita a que no temamos al dolor que causan las persecuciones y a las críticas que nos llevan al sufrimiento. Él nos recuerda hoy que siempre nos llevará de la mano dándonos consuelo y esperanza, transformando esas cosas en la verdadera paz y alegría eterna.  

Señor, que no nos falte nunca la fe, el amor y la esperanza, para disfrutar la verdadera alegría que nace del amor y de la fidelidad a Ti.
 
posted by Laureano García Muentes at 5:32 a.m. | Permalink |


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