"Dios es el Rey del mundo"...Salmo 47
REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY
Sábado 11 de Mayo del 2024
INTRODUCCION:
Jesús fue comunicando a sus apóstoles, poco a poco, todo lo que
tenía que ofrecerles. Uno de los puntos en los que más les insistió fue
en lo relativo a su Padre Dios. En este pasaje evangélico de hoy empieza asegurándoles
que “si pedís algo al Padre, en mi nombre os lo dará”. Y les anima a que
empiecen en lo relativo a las peticiones, una nueva etapa. “Hasta ahora, no
habéis pedido nada en mi nombre: pedid y recibiréis para que vuestra alegría
sea completa”. Al Padre le podemos pedir todo que vaya en la línea del amor,
del perdón, de la verdad, en la línea de las bienaventuranzas… en la línea de
Jesús.
En el Evangelio de hoy tomado de Jn 16, 23b-28, Jesús les hace una promesa de mucho optimismo y garantiza el éxito de la oración hecha al Padre cuando se hace con toda confianza y seguridad.
Él así les dice: "Llega la hora en que ya no les hablaré por medio de parábolas, sino que les hablaré claramente del Padre. Aquel día ustedes pedirán en mi Nombre; y no será necesario que yo ruegue al Padre por ustedes, ya que él mismo los ama, porque ustedes me aman y han creído que yo vengo de Dios. Salí del Padre y vine al mundo. Ahora dejo el mundo y voy al Padre”. Jn 16, 25-28.
El Evangelio de hoy nos sitúa dentro de lo que se conoce como el Discurso de Despedida de Jesús. En el, quiere preparar a sus discípulos para cuando se haga realidad su inminente partida.Jesús les hace una promesa significativa y les dice: "Todo lo que pidan al Padre en su nombre, les será dado". Pero les advierte que la oración que realicen ha de ser con un corazón sincero, en comunión con Él y con su misión donde se demuestre la confianza y el amor hacia Dios.
Como lo percibimos en el texto del Evangelio, Jesús habla a sus discípulos de la alegría que viene a través de la comprensión y la experiencia de estar viviendo una relación transformadora con el Padre. Esa alegría es descrita como "completa" o "plena", subrayando que ella se logra cuando se vive a plenitud una relación con Dios a través de su Hijo Jesucristo.
Hermanos este Evangelio nos desafía a preguntarnos cómo nuestras oraciones reflejan nuestra fe en Jesús y cómo podemos abrirnos más plenamente a la alegría que Él promete. También nos recuerda que nuestro crecimiento espiritual es un proceso que está marcado por una comprensión cada vez mayor de quién es Dios y cómo Él nos invita a vivir una relación estrecha con Él.
Señor, enséñanos a orar, para que podamos saborear el amor del Padre; enséñanos a pedir por todos y para todos, no sólo por nuestras pequeñas preocupaciones; enséñanos a pedir sobre todo el don del Espíritu, el don de conocer y cumplir siempre tu voluntad”