miércoles, marzo 27, 2024

"Señor, que me escuche tu gran bondad el día de tu favor"...Salmo 69.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Miércoles 27 de Marzo del 2024

INTRODUCCION:

A los evangelistas les debió costar mucho el poner en el evangelio que aquel que traicionó a Jesús era “uno de los doce”. A pesar de ir en contra de “su grupo” lo pusieron. Es cierto que el “colegio apostólico” quedó manchado con ese pecado de traición, pero no quisieron ocultarlo ni taparlo. ¿Cuánto me queréis dar? Judas ni siquiera pone precio. El precio lo ponen los compradores. Jesús en el mercado vale muy poco. Y sin embargo nosotros para él valemos mucho. “No nos ha comprado con oro ni plata sino con su preciosa sangre”. (I Pedro 1,19). Dios nos ha hecho libres y sabía bien a qué se arriesgaba. Y, sin embargo, prefirió ir a la cruz, antes de cercenar nuestra libertad. Si tanto valora Dios nuestra libertad que nos deja libres para hacer el mal, ¿hemos pensado en la alegría que podemos dar a Dios haciendo el bien libremente, porque queremos, porque nos gusta, porque nos apetece, porque nos encanta el agradarle? Jesús hacía uso de su libertad de esta manera: “hago siempre lo que le agrada al Padre”. (Juan 8,29).

El Evangelio de hoy Miércoles Santo está tomado de Mt 26, 14-25 y este nos habla de la traición que sufrió Jesús por parte de Judas Iscariote, quien se aferró tanto al dinero que perdió de vista el horizonte de la gratuidad y de la entrega permitiendo que el virus del orgullo y la vanidad infectara su mente y su corazón transformándole de amigo a enemigo. 

Dice el texto del Evangelio que: "Uno de los Doce, llamado Judas Iscariote, fue a ver a los sumos sacerdotes y les dijo: “¿Cuánto me darán si se lo entrego?”. Y resolvieron darle treinta monedas de plata. Desde ese momento, Judas buscaba una ocasión favorable para entregarlo. El primer día de los Ácimos, los discípulos fueron a preguntar a Jesús: “¿Dónde quieres que te preparemos la comida pascual?”. Él respondió: “Vayan a la ciudad, a la casa de tal persona, y díganle: ‘El Maestro dice: Se acerca mi hora, voy a celebrar la Pascua en tu casa con mis discípulos'”. Ellos hicieron como Jesús les había ordenado y prepararon la Pascua. Al atardecer, estaba a la mesa con los Doce y, mientras comían, Jesús les dijo: “Les aseguro que uno de ustedes me entregará". Mt 26, 14-21.

Hoy vemos la figura de Judas, que en su libertad, decide entregar a Jesús. Si, conspira contra él, organiza la entrega y lo vende por un precio. Estaba tan ciego que no le importaba si estaba entregando a un inocente.

Esta acción, es tan típica del hombre hasta el punto que es capaz de destruir desde una hermosa amistad hasta un número grande de vidas.

¿Cómo se llega a  traicionar? Miremos: Primero por el deseo desmedido de intereses materiales: el dinero, que lleva al poder y a la vida egoísta, complaciente y sensual. Y en segundo lugar, por la falta de trato con el amigo, que me deja y me mantiene en la ignorancia, y al no conocer bien el valor del amigo: de lo que es, de lo que vale, de lo que tengo con su trato, de lo que me hace vivir, no le hago aprecio y entonces, sin dificultad, lo vendo o lo abandono.

Y miren: Jesús no condena a Judas sino que es él quien se juzga al separarse de la comunión  que se le había ofrecido cuando fue llamado a pertenecer al grupo de seguidores de Jesús. 

Hermanos, como cristianos tenemos un compromiso muy serio con Jesús: Ser como Él y cada vez que actuamos diferentes estamos faltando a ese compromiso y también, a su confianza. 

Seamos hermanos símbolos del servicio sin actitudes egoístas, vanidosas y buscando ser vanagloriados e ingeridos.

Jesús, el distintivo de tus discípulos es el amor y la fidelidad. Sin embargo, la traición a tu amor continúa y es más dolorosa cuando proviene de quienes buscamos estar más cerca de Ti. Danos, Señor, la sabiduría y fortaleza para ser siempre fiel a Ti.

 
posted by Laureano García Muentes at 5:22 a.m. | Permalink |


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