lunes, marzo 18, 2024

"Aunque camine por cañadas oscuras, nada temo, porque tu vas conmigo"... Salmo 23

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Lunes 18 de Marzo del 2024

INTRODUCCION:

“El que esté libre de pecado, que tire la primera piedra”. Estas palabras de Jesús, suenan como una respuesta a toda la campaña de acoso y derribo que los escribas y los fariseos desarrollan para quitarlo de en medio. Contemplamos una vez más el saber estar de Jesús, su astucia, su capacidad para hacer presente la justicia de Dios, que es distinta de la humana, que lleva a su plenitud en el amor la ley de Moisés. Dios no condena, perdona. Jesús no minimiza ni tolera el mal, el pecado: “vete y no peques más”, El, nos manifiesta la misericordia de Dios que rechaza el pecado y acoge y perdona al pecador. Si nos limitamos a juzgar los hechos, podemos buscar y encontrar caminos de liberación; en caso contrario, condenamos a la persona sin procurar el cambio de la realidad. ¿Qué juzgo: los hechos o la persona? Miremos nuestras manos, ¿están libres para tenderlas en ayuda o están ocupadas por piedras?

En el Evangelio de hoy tomado de Jn 8, 1-11, podemos apreciar que los judíos pretendían tenderle una trampa a Jesús con una mujer que había sido sorprendida en adulterio. Ellos trataron de enfrentarlo con el pueblo y hacerlo aparecer  que violaba abiertamente la ley al perdonarle del delito cometido y así, tener prueba de como acusarlo ante las autoridades judías. 

Dice el texto del Evangelio que "Jesús se había dirigido por la noche al monte de los Olivos a orar y por la mañana regreso al Templo.  Y todo el pueblo acudía a Él. Entonces se sentó y se puso a enseñarles. Los escribas y fariseos le llevan una mujer sorprendida en adulterio, la ponen en medio y le dicen: "Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en flagrante adulterio. Moisés nos mandó en la Ley apedrear a estas mujeres. ¿Tú qué dices?" Esto lo decían para tentarle, para tener de qué acusarle. Pero Jesús, inclinándose, se puso a escribir con el dedo en la tierra. Pero, como ellos insistían en preguntarle, se incorporó y les dijo: "Aquel de vosotros que esté sin pecado, que le arroje la primera piedra". Jn 8, 1-7.

Jesús se mostraba bondadoso, amable y compasivo con todos los pecadores pero duro con los hipócritas. Él manifestó su misericordia  a la mujer adúltera que estaba a punto de ser condenada a golpes hasta morir, solo por cumplir con los precepto que les imponía la ley judía. Jesús les demuestra a los Letrados y Fariseos presentes como también al pueblo que No hay pecado que el Señor no perdone si se acude a Él. No es la gravedad del pecado que condena sino la honestidad del arrepentimiento. 

Miren, Jesús desconcierta a sus acusadores al no desconocer la ley cuando les dice: "El que se sienta libre de pecado que tire la primera piedra". Ninguno tiró una sola piedra y se fueron porque se sentían cuestionados ellos  también. 

Hermanos: El mensaje que nos regala hoy el Evangelio es un desafío también para nosotros pues nos invita a cambiar a fondo nuestras actitudes y a ser misericordiosos como lo fue Jesús con los pecadores. Él fue el maestro que abre caminos a quienes han fallado liberándolas del sus pecados diciéndoles: "¡No vuelvas a pecar!".

Señor, ayúdanos a mirar como Tu, Señor. A ver el lado bueno de las personas. A no recrearnos con el sufrimiento ajeno. A no ser altavoz de calumnias y mentiras. A ser personas y no jugar a ser jueces.

 
posted by Laureano García Muentes at 5:11 a.m. | Permalink |


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