viernes, marzo 15, 2024

"El Señor está cerca de los atribulados"...Salmo 34.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Viernes 15 de Marzo del 2024

INTRODUCCION:

Hoy, la Palabra de Dios nos invita a caminar al lado de Jesús en este momento de nuestra historia, al lado de tantos y tantas que sufren, a caminar asumiendo las consecuencias de conocer a Dios en su misterio, a caminar humildemente con nuestro Dios. Los judíos buscaban a Jesús para matarle”. Y es que la verdad incomoda a aquellos que están anclados en la mentira y hacen de la mentira su medio de vida. Buscar a Jesús para matarlo es intentar “matar la vida”. Jesús ha venido para que tengamos vida y vida en abundancia. Enemigos de Jesús no son sólo aquellos que matan, que aniquilan la vida, sino también aquellos que están satisfechos con una vida relajada, una vida a medias, una vida sin ilusión, sin esperanza, sin ganas de vivir. Son enemigos de Jesús aquellos que no saben qué hacer con el tiempo. En esta ocasión, Jesús “grita”. La vida es hermosa y debemos acudir a Él porque es “especialista en vida”. Ha vivido en plenitud. Por eso, antes de morir, puede decir con orgullo: “Todo está acabado”. Qué bien se debe morir dando un carpetazo al libro de la vida diciendo ¡Misión cumplida!

En el Evangelio de hoy tomado de Jn 7,1-2. 10. 14, 25-30, Jesús desafía en el Templo a las autoridades religiosas judías con su predicación diciéndoles que no conocen a Dios y les revela que Él tiene una relación íntima con su Padre-Dios que ningún hombre puede igualar.

Jesús no quería transitar por Judea porque los judíos querían matarlo. Él recorría Galilea cuando sus parientes ya habían subido a la fiesta judía de las chozas. Él subió pero en secretos, sin hacerse ver. Algunos de Jerusalén  comentaban: "¿No es éste el que intentaban matar?", "¡Miren como habla abiertamente y nadie le dice nada!", "¿Habrán reconocido las autoridades que es verdaderamente el Mesías? Pero nosotros sabemos de dónde es éste; en cambio, cuando venga el Mesías, nadie sabrá de dónde es”. Entonces Jesús, que enseñaba en el Templo, exclamó: “¿Así que ustedes me conocen y saben de dónde soy? Sin embargo, Yo no vine por mi propia cuenta; pero el que me envió dice la verdad, y ustedes no lo conocen. Yo sí lo conozco, porque vengo de Él y es Él el que me envió”. Entonces quisieron detenerlo, pero nadie puso las manos sobre Él, porque todavía no había llegado su hora". Jn 7, 1-2.10.14, 25-30.

Hermanos, este Evangelio de hoy nos está invitando a reflexionar sobre la complejidad de la fe y la incredulidad. En él vemos cómo incluso las personas que conocían a Jesús desde su niñez tenían dudas sobre su identidad y su mensaje a pesar de presenciar sus milagros y escuchar su enseñanza, algunos, como lo vemos, cuestionaban su autoridad.

Miren, vemos como en medio de esta incredulidad y oposición, Jesús sigue proclamando la verdad del evangelio y revelando el amor de Dios. 

Su firmeza y su perseverancia a pesar de la resistencia nos enseñan sobre la importancia de sostener nuestra fe en medio de la duda y la oposición.

Les invito a que  reflexionemos sobre nuestras propias actitudes y la firmeza de nuestra fe. Preguntémonos: ¿Con qué frecuencia dudamos de la obra de Dios en nuestras vidas? ¿Cómo enfrentamos la oposición cuando compartimos nuestra fe con otros? y a recordar que la fe en Cristo puede desafiar las percepciones comunes y sobrevivir a la duda y la oposición  como también nos recuerda que el camino de la fe puede ser desafiante, pero que la confianza en Dios nos sostendrá a medida que avanzamos en nuestro camino espiritual.

Señor, necesitamos de tu misericordia. Danos tu gracia para poder dejar a un lado todo lo que nos pueda distraer. Si Señor, realmente queremos llegar a contemplarte y reconocerte, aunque no seamos dignos de ello.

 
posted by Laureano García Muentes at 5:38 a.m. | Permalink |


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