jueves, marzo 07, 2024

"Ojalá escuchen hoy la voz del Señor"...Salmo 95.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Jueves 7 de Marzo del 2024

INTRODUCCION:

Dios es comunión, diálogo, apertura. Y nosotros estamos hechos a imagen de ese Dios. Por eso necesitamos comunicarnos con los demás. Al demonio que más debemos temer es al demonio “mudo” al que rompe nuestro diálogo, nuestra comunicación. Y este demonio existe ahora más que nunca, precisamente en la época en que las noticias las recibimos al instante, como pan caliente salido del horno. Es verdad que estamos bien informados, pero ¿estamos mejor comunicados? Todos llevamos en nuestros bolsillos un móvil que casi se nos hace imprescindible. Tenemos una comunicación “digital” de dedos, de piel, es decir, superficial, meramente tangencial. Pero nos falta esa comunicación profunda, de corazón a corazón. En la época de la información se nos ha colado el “demonio de la incomunicación”. En una reunión familiar en torno a una mesa, es posible que, durante la comida, cada uno se comunique con personas que están fuera. Y uno se pregunta; ¿Para eso nos hemos reunido? Y si esto nos pasa a nivel humano ¿Qué diremos de nuestra comunicación con Dios? Es necesario que hoy Jesús nos libere de ese demonio y podamos disfrutar de una gozosa y gratificante conversación con Dios y con los hermanos.

En el Evangelio de hoy tomado de Lc 11, 14-23, Jesús invita a los que dudan y no quieren definirse a que no se queden neutros y encerrados sino que opten por el Reino de Dios que prima sobre todo mal. 

Dice el texto del Evangelio que Jesús estaba echando un demonio que era mudo. Cuando salió el demonio,  habló el mudo; y la multitud se admiró. Pero algunos dijeron: "Este expulsa a los demonios por el poder de Belzebul, el Príncipe de los demonios”. Otros, para ponerlo a prueba, exigían de Él un signo que viniera del cielo. Jesús, que conocía sus pensamientos, les dijo: “Un reino donde hay luchas internas va a la ruina y sus casas caen una sobre otra. Si Satanás lucha contra sí mismo, ¿Cómo podrá subsistir su reino? Porque -como ustedes dicen- yo expulso a los demonios con el poder de Belzebul. Si yo expulso a los demonios con el poder de Belzebul, ¿con qué poder los expulsan los discípulos de ustedes? Por eso, ustedes los tendrán a ellos como jueces. Pero si yo expulso a los demonios con la fuerza del dedo de Dios, quiere decir que el Reino de Dios ha llegado a ustedes.". Lc 11, 14-23.

Hermanos, para estar junto a Jesús necesitamos tener y vivir El amor y la Caridad porque el amor une y la caridad hacia los demás, desparrama. Solo se requiere ir por el mismo camino de Jesús apartando de nuestros corazones el odio y la soberbia. 

Veamos lo que pasó en la sanación del mudo poseído por un demonio: Ese hombre mudo era una persona que estaba marginada por la sociedad y vivía apartado de la vida en comunidad, no tenía voz ni voto en la participación de las decisiones, ni de compartir y debatir situaciones conjuntas. La vida cotidiana le pasaba por un costado. 

Jesús se reveló contra todas estas actitudes y manifiesta en sus predicas algo distinto: Un Dios de amor y bondad, un Dios que libera y sana, que devuelve la dignidad al hombre y lo hace ser participe de su habla para reclamar sus derechos y compartir con sus amigos de comunidad. Es por ello que los criticones fariseos lo tildan de poseer un espíritu inmundo. 

Hoy hermanos este Evangelio es una invitación a que vivamos al lado de la vida, al lado de la comunión y la integración social y familiar recordando que Jesús siempre nos ha amado con locura. 

Señor: Tú llegas a nuestro mundo y nos invitas a abrir la puerta de nuestro corazón a todas las personas. Ya nos dijiste que eres Tú quien viene cuando alguien llama a nuestra puerta. Tu palabra es ésta: “He aquí que estoy a la puerta y llamo. Si alguno oye mi voz y abre la puerta, Yo entrará y cenaré con él y él conmigo”. Señor: que sepamos escuchar tu voz, esa voz que nos llega por nuestros hermanos.

 
posted by Laureano García Muentes at 4:15 a.m. | Permalink |


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