"Señor, tú tienes palabras de vida eterna"...Salmo 19.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Domingo 3 de Marzo del 2024

INTRODUCCION:

Jesús se molesta cuando ve que el templo de Jerusalén no se dedica a Dios. El no tolera que el templo de Dios sea convertido en un mercado. Miremos: A veces también nosotros comerciamos con Dios. Hacemos sacrificios a cambio de que Dios nos dé tal o cual favor. Rezamos para que se cumpla nuestra voluntad y no la de Dios. Nos portamos bien para ganar el cielo. Queremos negociar con Dios olvidando que el amor de Dios es gratuito y que Él sólo busca nuestra felicidad. Jesús purifica el Templo, para que no sea un lugar que retiene y confina a Dios. Nosotros podremos encontrar a Jesús Resucitado en cualquier parte y él será el fundamento de Fe en el Nuevo Pueblo de Dios y la Iglesia.

Es de anotar que según las costumbres de ese tiempo, en las fiestas de la Pascua se había de ofrecer un sacrificio: Los ricos, bueyes u ovejas y los más pobres una paloma; y no se permitía el uso de las monedas romanas sino las de uso exclusivo del templo. 

Dice el texto del Evangelio que "Se acercaba la Pascua de los judíos. Jesús subió a Jerusalén y encontró en el Templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas y a los cambistas sentados delante de sus mesas. Hizo un látigo de cuerdas y los echó a todos del Templo, junto con sus ovejas y sus bueyes; desparramó las monedas de los cambistas, derribó sus mesas y dijo a los vendedores de palomas: "Saquen esto de aquí y no hagan de la casa de mi Padre una casa de comercio". Jn 2, 13-18.

La actitud de Jesús nos es sorprendente, pero esta no nos puede desviar la atención de lo que significa. Él, reacciona de esa manera y en los momentos precisos, cuando el actuar o el proceder de las personas atenta contra la casa de Dios. 

Hermanos, Jesús nos quiere invitar a todos a estar siempre atentos a los actos que son contrarios al culto irrespetuoso de los lugares sagrados, estos, no pueden convertirse en lugares de negocios particulares pues así, asfixian la relación con Dios. Recordemos que estos lugares son para vivir la fraternidad, la solidaridad y el amor misericordioso.

Miremos algo muy importante: Jesús al expulsar a los vendedores del templo, nos está señalando la necesidad que tenemos de purificar nuestras vidas y eliminar de ella cualquier obstáculo que nos impida conectarnos con lo divino. Por tanto, este Evangelio de hoy nos desafía a examinar nuestras acciones y actitudes como también, a considerar si estamos viviendo de acuerdo con los principios espirituales que valoramos. Busquemos la pureza espiritual y mantengamos una actitud de reverencia a los lugares sagrados.

No olvidemos que el verdadero culto cristiano y nuestra devoción se miden con las obras de caridad y misericordia hacia aquellos que sufren y necesitan de nuestro apoyo. 

Señor, queremos ser tu Templo para que en el sagrario de nuestros corazones habites y nos hables dándonos el calor de tu Palabra. Queremos Señor, que vuelques la mesa de nuestros orgullos y seamos dóciles al soplo que tu nos regalas a través del Espíritu Santo.