lunes, febrero 26, 2024

"Señor, no nos trates como merecen nuestros pecados"...Salmo 79.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Lunes 26 de Febrero del 2024

INTRODUCCION:

Nuestro Dios, Padre, es compasivo, no terrible. Jesús nos pide: “sed perfectos como vuestro Padre es perfecto”. Y se entiende la perfección en Dios y en nosotros como el tener compasión. Lo que nos queda es llevarlo a la práctica. Y ¡cuánta necesidad tenemos de esa práctica! Comenzando con nuestra inclinación a juzgar al otro. Sí, sobre todo al otro. Esto exige un conocimiento de nosotros mismos y que sea sincero obviando en primer lugar el querer engañarnos para vernos mejores. Miren: La dificultad para actuar como nos pide este texto está en la sinceridad a la hora de juzgarnos, la facilidad para el autoengaño. Solo reconociendo que necesitamos perdón, seremos capaces de perdonar. La generosidad del dar está exigida por la que necesitamos que tengan con nosotros. Y en la medida que la necesitemos.

El Evangelio de hoy tomado de Lc 6, 36-38, Jesús mueve los corazones a quienes le siguen y les invita a ir en una sola dirección: Amando a los enemigos y siendo Misericordiosos.

Dice el texto del Evangelio que Jesús después de haber proclamado el Sermón de la Montaña, les dijo a sus discípulos: "Sed compasivos como vuestro Padre es compasivo. No juzguéis y no seréis juzgados, no condenéis y no seréis condenados; perdonad y seréis perdonados. Dad y se os dará; una medida buena, apretada, remecida, rebosante pondrán en el halda de vuestros vestidos. Porque con la medida con que midáis se os medirá" Lc 6, 36-38.

Hermanos, este Evangelio  nos invita a practicar la compasión y la generosidad como también,  nos recuerda que debemos ser misericordiosos sin juzgar, sino perdonando de corazón a quienes nos ofenden u ofendemos.

Hermanos estemos pues prestos y animados a dar generosamente lo que tenemos a sabiendas que seremos recompensados por Dios con la misma medida Él nos da. 

Vivamos pues a plenitud el amor, la compasión y la generosidad hacia los demás, confiando que seremos bendecidos por ello.

Señor, haznos crecer en la misericordia, la magnanimidad y en la bondad, para llegar a ser auténticos testigos de tu amor.

 
posted by Laureano García Muentes at 4:22 a.m. | Permalink |


0 Comments:


<body>