sábado, febrero 17, 2024

"Enséñame, Señor, tu camino, para que siga tu verdad"...Salmo 86.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Sábado 17 de Febrero del 2024

INTRODUCCION:

El Evangelio de hoy destaca dos aspectos muy importantes: 1. La libertad que tuvo Jesús para elegir a sus doce apóstoles. Hoy elige a Leví (Mateo), un recaudador de impuestos. Y , 2. La inmediatez con la que Leví responde a Jesús: “Él, dejándolo todo se levantó y lo siguió”. Es claro que Leví se sintió muy contento con la llamada de Jesús, como lo prueba su actitud de invitarlo a un banquete que ofreció a Jesús en compañía de los compañeros de su profesión. Como casi siempre, los fariseos y letrados, digamos los oficialmente buenos, critican a Jesús, esta vez porque comía con publicanos y pecadores. La conocida respuesta de Jesús nos lleva a otra de sus actitudes más consoladoras: él ha venido a ofrecer su salvación, su amistad a todos, también a los enfermos, a los pecadores, a los que siempre animará a que dejen su camino y se adentren por el que El ofrece.  Jesús no es clasista, ofrece su salvación, su amistad a todos.

El Evangelio de hoy tomado de Lc 5, 27-32 nos dice que: Jesús vio a un publicano llamado Leví, que estaba sentado junto a la mesa de recaudación de impuestos, y le dijo: “Sígueme”. Él, dejándolo todo, se levantó y lo siguió. Leví ofreció a Jesús un gran banquete en su casa. Había numerosos publicanos y otras personas que estaban a la mesa con ellos. Los fariseos y sus escribas murmuraban y decían a los discípulos de Jesús: “¿Por qué ustedes comen y beben con publicanos y pecadores?” Pero Jesús tomó la palabra y les dijo: “No son los sanos los que tienen necesidad del médico, sino los enfermos. Yo no he venido a llamar a justos, sino a pecadores, para que se conviertan”. Lc 5, 27-32.

Levi de Alfeo-(Mateo), un publicano, recaudador de los impuestos de tributos para el Imperio Romano en la ciudad de Cafarnaún. Fue uno de los Doce Apóstoles que eligió Jesús. Predicó quince años en Judea y allí, escribió su Evangelio hacia los años 80. Sufrió el martirio en Etiopía y murió  en Hierápolis.

Los cobradores de impuestos eran personas despreciadas porque trabajan para el gobierno de Roma y se enriquecían  a costa de los impuestos.

Dice el texto que Jesús lo vio sentado en la mesa de recaudación y lo llamó y Él dejándolo todo, se levantó y lo siguió. Como agradecimiento de su gesto, invitó a Jesús a cenar en su casa, pero como son las cosas, reinó  la envidia y las críticas de los Escribas y los Fariseos no se hicieron esperar por estar sentado a compartir la mesa con hombres despreciados por la sociedad.

Hermanos, como lo podemos ver Jesús con este gesto dio inicio a la revolución más grande de  la historia: El llamar a hombres comunes y corrientes para participar en la misión de dar a conocer la Buena Nueva del Reino sin importar sus defectos pero que tenían virtudes y deseos de transformar sus vidas.

Por lo tanto, demos gracias a Jesús quien como llamó a Leví (Mateo) también a nosotros nos llamó y acogió con todos nuestros defectos para que nos siga ayudando a convertiremos en verdaderos discípulos, así mismo, nos atrevamos a arriesgar  nuestras vidas  anunciando en medio de todas las circunstancias,  el verdadero camino de llegar a participar del banquete del Reino de Dios. 

Señor, no dejes de sorprendernos y hacer diferente cada uno de los momentos a vivir. Tú nos conoces y sabes como nos apresuramos a juzgar a los demás y cómo nos cuesta perdonar. Ayúdanos a ser más misericordiosos y a estar siempre en disposición de escuchar tu voz y seguirte con el ánimo y el valor para  desprendernos de todas las cosas que nos atan y esclavizan. 
 
posted by Laureano García Muentes at 4:36 a.m. | Permalink |


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