jueves, febrero 15, 2024

"Dichoso el hombre que ha puesto su confianza en el Señor"...Salmo 1

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Jueves 15 de Febrero del 2024

Ayer se dio inicio al tiempo de la Cuaresma, tiempo de gracia y propicio para la conversión espiritual, para acercarnos a Dios, arrepentirse y cambiar de vida. Con la imposición de la ceniza, rito que nos recuerda nuestra fragilidad y el hecho de que la vida pasa en un suspiro. La Cuaresma es un tiempo de preparación, de meditación y de recapitulación de nuestras vidas.

INTRODUCCION AL EVANGELIO:

Hoy el Evangelio nos recuerda las palabras de Jesús: Toma tu Cruz, niégate a ti mismo y ven tras de mis pasos ¿Qué mejor momento que éste para ponerlo en práctica? En nuestro tiempo estamos expuestos a los demás a través de las redes sociales y de los medios de comunicación. La publicidad, el cine, las series nos venden un “mundo feliz” donde todo es belleza, juventud, triunfo... pero la realidad es bien distinta. Podemos caer en la tentación de vivir como el mundo nos propone, siendo materialistas, atendiendo solo a nuestro placer, a la comodidad sin hacer caso a nada más, pero... ¿Y nuestra alma? ¿Y los hermanos que nos rodean y sufren en soledad? ¿Y la vida eterna? Como dice Cristo. ¿De qué nos sirve si nos perdemos?

Hoy el Evangelio está tomado de San Lucas 9, 22-25 y nos dice que: Jesús le dijo a sus discípulos: "El Hijo del hombre debe sufrir mucho, ser rechazado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, ser condenado a muerte y resucitar al tercer día". Después dijo a todos: “El que quiere venir detrás de mí, que renuncie a sí mismo, que cargue con su cruz cada día y me siga. Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; y el que pierda su vida por mí, la salvará. ¿De qué le servirá al hombre ganar el mundo entero, si se pierde o se arruina a sí mismo?” Lc 9, 22-25

Jesús les da a entender tanto a sus discípulos como a sus seguidores, que seguirle implica cargar la cruz cada día.

No es fácil seguir el camino que conduce a Jesús, pero, nos salta una pregunta: ¿Qué será eso que motiva a tantos hombres como a mujeres seguir a alguien que predica todo lo contrario a lo que Él mundo ofrece?  Recordemos aquel versículo del Evangelio de Mc 3, 20-21 que nos decía: "Cuando los parientes se enteraron lo que Jesús le estaba hablando a la gente, salieron a buscarlo porque decían que estaba  fuera de si". Y es cierto, hay algo de locura en ello. Quienes hemos experimentado sus Palabras y conocido sus propuestas le vemos supremamente atractivo. 

El Papa San Juan Pablo II decía: "¡Abrid de par en par las puertas a Cristo! ¿Qué teméis? Tened confianza en él. Arriesgaos a seguirlo".

Hermanos, para que seamos verdaderos discípulos, seguidores de Jesús requerimos tener una absoluta confianza en El, estar dispuesto a arriesgarlo todo para seguirlo con toda decisión. Es dejarlo que Él sea nuestro Camino, nuestra única verdad y la verdadera vida.

Este tiempo que vivimos es un tiempo ideal para trabajar en nuestro camino de perfección y preguntarnos: ¿Qué tan decidido estoy para seguir y servir con fidelidad a Jesús?

Señor, ¡qué difícil es no intentar guardar la propia vida! A fin de cuentas es lo único que tenemos. Quizás no hemos entendido aun que nuestra vida no es nuestra sino tuya, que somos un regalo, que nos quieres incondicionalmente, que somos creados por ti a tu imagen y semejanza.
 
posted by Laureano García Muentes at 4:21 a.m. | Permalink |


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