miércoles, febrero 14, 2024

"Misericordia, Señor, hemos pecado"... Salmo 51.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Miércoles 14 de Febrero del 2024

Hoy se inicia el Tiempo de la Cuaresma y comienza con el miércoles de la imposición de las cenizas que nos invita a una profunda revisión de nuestras vidas como también de nuestros comportamientos y actitudes, para así, dar un paso seguro y consciente a un proceso  de conversión y de purificación. Este tiempo (40 días de peregrinación) también  es considerado un tiempo de  desierto; es decir, un tiempo de privilegio o de gracia que nos regala Dios para animarnos a continuar en la lucha espiritual para enfrentarnos a nuestras propias realidades de miseria y de pecado. 

INTRODUCCION AL EVANGELIO:

El ayuno, la oración y la limosna, tal como los presenta Jesús en su predicación, son las condiciones y la expresión de nuestra conversión. La vía de la pobreza y de la privación (el ayuno), la mirada y los gestos de amor hacia el hombre herido (la limosna) y el diálogo filial con el Padre (la oración) nos permiten encarnar una fe sincera, una esperanza viva y una caridad operante. El Evangelio de hoy nos habla de la oración y la penitencia que agradan a Dios y este nos ilumina sobre su practica cuaresmal. 

En el Evangelio de hoy tomado de Mt 6, 1-6. 16-18,  "Jesús dijo a sus discípulos:" cuando des limosna, no lo vayas pregonando delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para ser honrados por los hombres. Les aseguro que ellos ya tienen su recompensa. Cuando tú des limosna, que tu mano izquierda ignore lo que hace la derecha, para que tu limosna quede en secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará. Cuando ustedes oren, no hagan como los hipócritas: a ellos les gusta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos por los hombres. Les aseguro que ellos ya tienen su recompensa. Tú, en cambio, cuando ores, retírate a tu habitación, cierra la puerta y ora a tu Padre que está en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará. Cuando ustedes ayunen, no pongan cara triste, como hacen los hipócritas, que desfiguran su rostro para que los hombres noten que ayunan. Les aseguro que con eso, ya han recibido su recompensa. Tú, en cambio, cuando ayunes, perfuma tu cabeza y lava tu rostro, para que tu ayuno no sea conocido por los hombres, sino por tu Padre que está en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará". Mt 6, 1-6. 16-18.

Hermanos: Jesús enseña sobre las prácticas de piedad que debemos tener siempre presente: Oración, Ayuno y Limosna. 

La Oración es el diálogo íntimo y personal con el Señor, el Ayuno es la capacidad de renunciar a lo que no es necesario  por amor al Señor, la Limosna es la capacidad de practicar de corazón las obras de misericordia especialmente con los más necesitados.

Para que lo tengamos siempre en cuenta: Lo importante de estas prácticas es no hacerlas solo para que otros nos vean sino, hacerse sólo ante los ojos del Padre Celestial sin alardes.

Preguntémonos: ¿Cómo estamos viviendo nuestra relación con Dios, con nuestras familias y los que nos rodean? 

Señor, abre nuestra alma, hazla más grande. Que no se quede en cosas egoístas, raquíticas, mezquinas. Enséñanos a practicar el bien por amor a ti, y no para que nos vean.

 
posted by Laureano García Muentes at 3:50 a.m. | Permalink |


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