viernes, marzo 01, 2024

"Recuerden las maravillas que hizo el Señor"...Salmo 105.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY.

Viernes 1 de Marzo del 2024

INTRODUCCION:

La urgencia de responder con frutos de bien a la llamada del Señor, que nos llama a convertirnos en su viña, nos ayuda a entender qué hay de nuevo y de original en la fe cristiana. Esta no es tanto la suma de preceptos y de normas morales como, ante todo, una propuesta de amor que Dios, a través de Jesús hizo y continúa haciendo a la humanidad. Es una invitación a entrar en esta historia de amor, convirtiéndose en una viña vivaz y abierta, rica de frutos y de esperanza para todos. Una viña cerrada se puede convertir en salvaje y producir uva salvaje. Estamos llamados a salir de la viña para ponernos al servicio de los hermanos que no están con nosotros, para agitarnos y animarnos, para recordarnos que debemos ser la viña del Señor en cada ambiente, también en los más lejanos y desagradables. Papa Francisco. 

En el Evangelio de hoy tomado de Mt 21, 33-43, 45-46, Jesús por medio de una parábola crítica a los jefes de los sacerdotes y ancianos; y  denuncia la actitud de apatía y rechazo que han mostrado hacia Él al querer bloquear a toda costa, la búsqueda de una nueva expectativa de vida. Y les dice: "Había una vez un propietario que plantó un viñedo, lo rodeó con una cerca, cavó un lagar en él, construyó una torre para el vigilante y luego la alquiló a unos viñadores y se fue de viaje. Llegado el tiempo de la vendimia, envío a sus criados para pedir su parte de los frutos a los viñadores; pero éstos se apoderaron de los criados, golpearon a uno, mataron a otro, y a otro más lo apedrearon. Envió de nuevo a otros criados, en mayor número que los primeros, y los trataron del mismo modo. Por último, les mandó a su propio hijo, pensando: "A mi hijo lo respetarán". Pero cuando los viñadores lo vieron, se dijeron unos a otros: "Éste es el heredero. Vamos a matarlo y nos quedaremos con su herencia". Mt 21, 33-40. 

La parábola de hoy (Los Viñadores homicidas o asesinos), es una narración anticipada de la  Pasión y Muerte de Jesús; y ella, nos ayuda a pensar y caer en cuenta que el amor de Dios que se manifiesta en su Hijo Jesús, es más fuerte que la muerte pues Él, no renuncia a su amor por la humanidad ante la desidia, la dejadez o abandono, la mentira y la perversidad.

Dios es en esta parábola el dueño de la viña y la viña es el mundo. Los viñadores o cultivadores son los líderes espirituales a quienes Dios les entrega la responsabilidad del cuidado de la viña y hasta le encomienda personas para que  cultiven y produzcan frutos buenos y abundantes sin que se apoderen de nada ni de nadie. 

Dios no quiere una relación de súbditos o tontos útiles, ni mucho menos de únicos propietarios. No quiere que se instrumentalice a las personas o se manipule a la vida, sino una relación que produzca un rendimiento bueno, solidario y compartido. 

Hermanos, para que podamos dar frutos reales, verdaderos y buenos, hay que superar la nostalgia, la avidez y la ansiedad. La nostalgia detiene la marcha de la vida al dejarnos anclados en el pasado; la avidez reduce el presente a meros intereses individualistas, mezquinos y egoístas; y la ansiedad anticipa futuros desquiciados que hipotecan toda vida y toda esperanza.

Demos gracias a Dios por su compañía, por sus enseñanzas, por su fuerza...Pidámosle que nos ayude a vivir de acuerdo con el Evangelio.

 
posted by Laureano García Muentes at 4:30 a.m. | Permalink |


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