martes, febrero 27, 2024

"Al que sigue buen camino le haré ver la salvación de Dios"...Salmo 50

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Martes 27 de Febrero del 2024

INTRODUCCION:

Jesús pronuncia duras palabras para los escribas y fariseos. Ellos ocupaban la cátedra de Moisés (Un mueble desde donde se explicaba la escritura en la sinagoga). Sin embargo, hay un desfase entre sus enseñanzas y vida. Por eso le manifiesta tres críticas: no hacer lo que se dice, imponer cargas sin ayudar a llevarlas, actuar para ser vistos y recibir reconocimiento. El Papa Francisco, en la Evangelii Gaudium, nos ha invitado a renovar nuestro encuentro con Jesús, porque: «sólo gracias a ese encuentro —o reencuentro— con el amor de Dios, que se convierte en feliz amistad, somos rescatados de nuestra conciencia aislada y de la autorreferencialidad. Llegamos a ser plenamente humanos y le permitimos a Dios que nos lleve más allá de nosotros mismos para alcanzar nuestro ser más verdadero. Allí está el manantial de la acción evangelizadora».  La Cuaresma nos permite renovarnos en nuestra actitud de servicio haciendo nuestra la novedad del Evangelio en nuestros gestos, palabras y acciones.

El Evangelio de hoy tomado de Mt 23, 1-12 vemos a Jesús hablándole a la multitud y  a sus discípulos denuncia a los Escribas y Fariseos que como clase élite intelectuales ocupaban la cátedra de Moisés (Silla que daba el mayor honor destinada al que presidía en la Sinagoga). Esta silla la ocupaban aquellos que tenían una larga preparación y el título oficial de Rabí quienes se consideraban privilegiados de la custodia de la ley y el poder de enseñar. Y les decía: "Ustedes hagan y cumplan todo lo que ellos les digan, pero no se guíen por sus obras, porque no hacen lo que dicen. Atan cargas pesadas y difíciles de llevar, y las ponen sobre los hombros de los demás, mientras que ellos no quieren moverlas ni siquiera con el dedo. Todo lo hacen para que los vean: agrandan las filacterias y alargan los flecos de sus mantos; les gusta ocupar los primeros puestos en los banquetes y los primeros asientos en las sinagogas, ser saludados en las plazas y oírse llamar «mi maestro» por la gente.". Mt 23, 1-7.

Jesús crítica fuertemente  a estos doctores de la ley  quienes ataban pesadas cargas que eran muy difíciles de llevar poniéndolas sobre los hombros de la gente, mientras que ellos ni siquiera las movían ni con un dedo. 

No cumplían con lo que enseñaban y ello, hacía que la gente aborreciera la ley pues la hacían insoportable.

Jesús arremete contra ellos y diciéndole a la gente les dice: "Todo lo hacen para que los vean" pues aparentaban ser piadosos y querían siempre ocupar los primeros puestos en los banquetes y en las sinagogas.

Hermanos, Jesús condena la hipocresía y nos pone en alerta a ella. Hoy a través de este Evangelio nos pide que seamos  siempre iguales y que no ostentemos nada. Abramos pues nuestros corazones a las palabras del Señor siendo coherentes entre la forma  de pensar sin buscar justificaciones a la incoherencias, juzgando a otros de la misma manera. 

Recordemos que todos somos hermanos y nos une la misma caridad de Dios.

Señor, recibimos la fuerza, la unción y el poder de tu Santo Espíritu que nos capacita para aceptarte como nuestro Rey, Señor y Salvador, reconocer que contigo todo lo tenemos pero lejos de ti no tenemos nada; para entender que necesitamos de Ti y para disponernos a servirte y seguirte hoy y siempre.

 
posted by Laureano García Muentes at 11:08 a.m. | Permalink |


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