martes, marzo 12, 2024

"El Señor de los ejércitos  está con nosotros"...Salmo 46.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Martes 12 de Marzo del 2024

INTRODUCCION:

¿Quieres curarte? Con esta pregunta Jesús pretende movilizar no sólo su cuerpo sino también el alma del hombre Paralitico. Saben: también a nosotros, con el tiempo, se nos paraliza el alma: no pensamos, no crecemos, no evolucionamos, no estamos dispuestos a cambiar. Hoy Jesús nos dice: “Levántate, toma tu camilla y camina”.  Los que seguimos a Jesús y hacemos parte de la Iglesia tenemos que ser misericordiosos y hacernos cargo de las personas, acompañándolas como el buen samaritano que lava, limpia y consuela a su prójimo. Esto es Evangelio puro. Dios es más grande que el pecado. Las reformas organizativas y estructurales son secundarias, es decir, vienen después. La primera reforma que debemos asumir es la de cambiar las actitudes. Tenemos que anunciar el Evangelio en todas partes, predicando la buena noticia del Reino y curando, también con nuestra predicación, todo tipo de herida y cualquier enfermedad. Tu y yo podemos sanar a muchos hermanos nuestros.

El Evangelio de hoy tomado de Jn 5, 1-3. 5-16, nos describe cómo Jesús  cura a un paralítico que había esperado 38 años para que alguien le ayudará a llegar a las aguas de la piscina de Betesda ubicada junto a  "la puerta de los rebaños". Allí había muchos lisiados, cojos, ciegos y enfermos que aguardaban que el agua de la piscina se removiese.

Dice el texto del Evangelio que: "Jesús lo vio acostado y le preguntó: "¿Quieres sanarte?". Él le respondió: "Señor, no tengo a nadie que me sumerja en la piscina cuando el agua comienza a agitarse. Mientras yo voy, otro desciende antes". Jesús entonces le dijo: "Levántate, toma tu camilla y camina". Entonces enseguida el hombre quedó sano, tomó su camilla y empezó a caminar. Esto sucedió un día sábado y los judíos dijeron entonces al que acababa de ser sanado: "Hoy es sábado y no te es permitido llevar tu camilla ", y él les respondió: "Él me sanó y me dijo: "Toma tu camilla y camina". Ellos entonces le preguntaron: "¿Quién es ese hombre que te dijo "Toma tu camilla y camina?". Pero el enfermo lo ignoraba, porque Jesús había desaparecido entre la multitud que estaba allí.". Jn 5, 1-3.

Hermanos es muy importante poner atención al diálogo que sostiene Jesús con el paralítico y como son eficaces sus Palabras al reintegrarlo a la sociedad con dignidad, pues esta la había perdido por su enfermedad y el abandono de sus hermanos de comunidad.

Muchas son las ocasiones donde nuestras debilidades y comportamientos nos paralizan y a pesar de nuestros esfuerzos no encontramos ayuda de nadie para llegar a la fuente que nos haga revivir el ánimo y la confianza en Dios.

Cuando experimentamos la presencia del Salvador en nuestras vidas y lo conocemos, nuestras dolencias y realidades que nos mantienen paralizados se disipan y vamos experimentando la claridad con su luz. 

Jesús hoy, cuando tú y yo experimentamos este tiempo de la preparación de la Cuaresma nos pregunta: "¿Quieres sanarte?" Él quiere que nos levantemos y carguemos nuestras camillas y emprendamos caminar junto a Él diciéndole a todos que es el agua viva que pone de pie a quienes le buscan y no pueden caminar.

Señor, nos impresiona la paciencia y la tenacidad de ese hombre que llevaba 38 años enfermo y no había perdido la esperanza. Hoy queremos cambiar. Queremos que seas Tú ese hombre que nos diga: ¡Levántate, y anda! Sé que hoy nos has escuchado por ello te pedimos la gracia de ser pacientes para esperar que Tú obres en nosotros. Haznos ver tu mano amorosa que nos sostiene y nos hace ver qué grande es tu amor hacia nosotros.

 
posted by Laureano García Muentes at 5:27 a.m. | Permalink |


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