lunes, marzo 11, 2024

"Te ensalzaré, Señor, porque nos has liberado"...Salmo 30.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Lunes 11 de Marzo del 2024

INTRODUCCION:

El dolor paraliza, pero la fe nos hace echar para adelante, nos pone en camino. Miren: Hay situaciones que ponen a prueba la consistencia de la fe. La prueba la tenemos en este relato que nos propone el Evangelio que nos ocupa. Aparece de repente este padre de familia desesperado que busca ayuda. Y es identificado no sólo como un padre, sino como un funcionario nada más y nada menos que del gobernador. El encarna la reacción positiva ante Jesús, una persona que partiendo de esta oscura situación de dolor hace un precioso, luminoso y restaurador camino de fe. Aquel padre atribulado no sólo fue dócil, sino que aprendió una lección: de nada sirve un contacto físico si antes el corazón no se deja tocar por una palabra que pide hospitalidad. Una fe que sólo pide milagros es una fe inmadura. La respuesta de Jesús a la petición no pasaría de un acto mágico. Pero la obra de Jesús es otra cosa, es el "signo" de una revelación, de una presencia que te da un nuevo conocer a Dios y te cambia la vida entera.

En el Evangelio de hoy tomado de Jn 4, 43-54, Jesús desde la distancia, sana al Hijo del funcionario real que estaba enfermo.

Dice el texto del Evangelio que: "Jesús había partido hacia Galilea. Él mismo había declarado que un profeta no goza de prestigio en su propio pueblo. Cuando llegó a Galilea, los galileos lo recibieron bien porque había visto todo lo que hizo en Jerusalén durante las fiestas; ya que ellos habían estado allá. Fue otra vez a Caná de Galilea, donde había convertido el agua en vino. Había allí un funcionario real, que tenía su hijo enfermo en Cafarnaúm. Cuando supo que Jesús había llegado de Judea y se encontraba en Galilea, fue a verlo y le suplicó que bajara a sanar a su hijo moribundo. Jesús le dijo: “Si no ven signos y prodigios, ustedes no creen”. El funcionario le respondió: “Señor, baja antes que mi hijo se muera”. “Vuelve a tu casa, tu hijo vive”, le dijo Jesús. El hombre creyó en la palabra que Jesús le había dicho y se puso en camino".  Jn 4, 43-50.

Jesús crítica a los judíos por sus ansias de ver y palpar sus milagros pues  dejan entre ver con sus procederes que tienen una Fe muy débil y no admiten ni aceptan su Evangelio. Pero como se denota el este Evangelio, el funcionario real mostró su confianza vigorosa aunque tenía sus imperfecciones frente a la persona de Jesús, mostrándole su necesidad apremiante: "Señor, baja antes de que muera mi muchacho". Él demuestra que creía en Jesús aunque no sabía plenamente en su poder sanador y milagroso. "Vuelve a casa que tu hijo vive" y creyó en que Jesús lo sacaría a distancia.

Hermanos, Jesús impacta el corazón de cualquier persona e infunde tranquilidad y lo sana. Él ayuda a penetrar su Palabra que es el amor empapado de su bondad.

Acerquémonos a Él con humildad y sintámonos hijos de Dios limpiando de nuestros corazones el orgullo, la arrogancia y las vanidades. 

Sabes, Señor, que somos de los que te seguimos, que creemos en ti y que formas parte de nuestras vidas; pero muchas veces vivimos distraídos y como si no existieras. Queremos tener esa fe que tenia el hombre que te buscó y que te insistió para que curases a su hijo enfermo. Ayúdanos a vivir de acuerdo con tu Evangelio.

 
posted by Laureano García Muentes at 5:32 a.m. | Permalink |


0 Comments:


<body>