jueves, marzo 21, 2024

"El Señor se acuerda de su alianza eternamente"...Salmo 105.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Jueves 21 de Marzo del 2024

INTRODUCCION:

Jesús, en su proceso de darnos a conocer el pacto que quiere establecer con toda la humanidad, poco a poco, nos va descubriendo la vida que nos propone, las promesas a las que nos llama. El mensaje que nos regala el Evangelio de hoy lleva consigo la certeza de no morir para siempre. Es verdad, para el cristiano es una alegría saber que Jesús se manifiesta en el acontecer de la historia como Dios y Salvador del género humano; este es el admirable intercambio, que nos libera de nuestras debilidades, miedos y heridas. Él es el dispensador de la vida eterna.

En el Evangelio de hoy tomado de Jn 8, 51-59, Jesús invita tanto a los judíos como a sus seguidores a ser fieles y coherentes a sus Palabras, como también, a las promesas a las que Él llama.

Dice el texto del Evangelio que Jesús le dijo a los judíos: "Les aseguro que el que es fiel a mi palabra, no morirá jamás”. Los judíos le dijeron: “Ahora sí estamos seguros de que estás endemoniado. Abraham murió, los profetas también, y tú dices: "El que es fiel a mi palabra, no morirá jamás". Acaso eres más grande que nuestro padre Abraham, el cual murió?  Los profetas también murieron. ¿Quién pretendes ser tú?”. Jesús respondió: “Si yo me glorificara a mí mismo, mi gloria no valdría nada. Es mi Padre el que me glorifica, el mismo al que ustedes llaman "nuestro Dios", y al que, sin embargo, no conocen. Yo lo conozco y si dijera: "No lo conozco", sería, como ustedes, un mentiroso. Pero yo lo conozco y soy fiel a su palabra". Jn 8, 51-55

La actitud que tomaron los judíos fue otra diferente a la que esperaba Jesús. Ellos escuchan y su ceguera se acentúa mucho más porque no le entienden lo que dice: que la vida que Él propone tiene consistencia de eternidad  y que pasará por la muerte. 

Jesús les hace ver que con Él, desde su presencia entre nosotros, quiere que entremos en el mundo de Dios donde todo permanece y que es Él el dispensador de esa vida eterna. 

Hermanos, Jesús con esa palabra que le dijo a los judíos: "Les aseguro que el que es fiel a mi palabra  no morirá jamás" nos está señalando cual es el camino para lograr la vida eterna; y ello se alcanza guardando su Palabra. Para ello, es necesario escucharle, aceptarle y sentirla como el tesoro más grande y preciado que hay que guardar en el corazón. Es sentirla como la que nos hace libres y gozosos de la salvación.

Aprendamos pues de Jesús que es el Salvador,  el Hijo donde Dios se complace. Él es el Único que guía a los hombres  hacia el Padre-Dios. 

Danos fe, Señor. Porque la fe es ver lleno el vacío. Porque la fe es confiar en lo prometido. Porque la fe es levantarse aún a riesgo de volver a caer. Acéptanos en este día como somos.

 
posted by Laureano García Muentes at 5:31 a.m. | Permalink |


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