miércoles, diciembre 06, 2023

"Habitaré en la casa del Señor por años sin término"...Salmo 22

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Miércoles 6 de Diciembre del 2023

INTRODUCCION:

Jesús se encuentra rodeado de gente. Eran muchos los que le buscaban, los que iban ante él con su situación, su realidad esperando una palabra, un gesto que les devolviera esperanza, sentido a sus vidas. El acoge a aquellos que se le acercan, se deja afectar por ellos, es capaz de descubrir aquello que necesitan, de empatizar con lo que están viviendo. Los discípulos le acompañan, van aprendiendo de él, se hacen preguntas: ¿Cómo dar de comer a tanta gente? ¿De dónde sacar aquello que necesitan? Son las preguntas que muchas veces nos hacemos ante el contraste entre nuestras aparentes fuerzas y posibilidades y lo desbordante de la tarea, de la misión, a la que Jesús nos llama y nos invita. El nos pregunta a nosotros qué es lo que tenemos, qué lo que estamos dispuestos a poner en sus manos, qué es lo que nos reservamos y guardamos. Porque es con eso que nosotros tenemos como El va construyendo su Reino en nuestros corazones y en el mundo.

En el Evangelio de hoy tomado de Mt 15, 29-37, podemos apreciar a Jesús que no es indiferente a las necesidades de los que más lo necesitan, los pobres, los enfermos, los despreciados y los pecadores. Dice el texto del Evangelio que Él se encontraba a la orilla del lago de Galilea y al notar que mucha gente acudía a Él trayéndole cojos, lisiados, ciegos, mudos y enfermos, subió a un monte y se sentó.

La gente quedaba admirada por los milagros que hacía y todos glorificaban al Dios de Israel. Jesús llamó a sus discípulos y les dijo: "Me da pena esta multitud, porque hace tres días que están conmigo y no tienen qué comer. No quiero despedirlos en ayunas, porque podrían desfallecer en el camino”. Los discípulos le dijeron: “¿Y dónde podríamos conseguir en este lugar despoblado bastante cantidad de pan para saciar a tanta gente?” Jesús les dijo: “¿Cuántos panes tienen?” Ellos respondieron: “Siete y unos pocos pescados”. Él ordenó a la multitud que se sentara en el suelo; después, tomó los panes y los pescados, dio gracias, los partió y los daba a los discípulos, y ellos los distribuían entre la multitud. Todos comieron hasta saciarse, y con los pedazos que sobraron llenaron siete canastas". Mt 15, 29-37.

Jesús se muestra sensible y siente una gran responsabilidad frente a la gente que le viene siguiendo  y que están cargados de problemas y necesidades hasta el punto que se olvidan de comer.

Él no quiere que se vayan a sus lugares de origen sin ninguna clase de alimento, pues no alcanzarían a llegar. Eran alrededor de 4.000 personas. 

Les dice a sus discípulos: "Denle ustedes de comer", después de dar gracias a Dios, los da a sus discípulos para que se los repartieran. Todos comieron y sobró.

Hermanos, hoy Jesús nos está invitando a recorrer nuestras vidas y descubrir a nuestro paso todas esas enfermedades que nos están dificultando encontrarle de verdad. Él se acerca a nuestro lado y desea que hoy sea el día que salgamos a su encuentro y nos dejemos transformar por Él sanando todas nuestras heridas. 

No importa el cansancio, el nivel de hambre que tengamos, pues la seguridad de encontrar en Él, la salvación basta.

Estamos invitados a celebrar el tiempo de gracia que nos ofrece la Iglesia (el Adviento) y este Evangelio nos ayudará a descubrir cuán grande es su Misericordia y su Corazón Compasivo. 

Señor Jesús, tienes compasión de los que no te encuentran y te acercas a todos, tienes compasión de los que te tememos y te haces pequeño. Tienes compasión de los que somos demasiado duros y te manifiestas como ternura. Gracias, Jesús. Porque tienes compasión de los que tenemos hambre y te conviertes en pan de vida. 

 
posted by Laureano García Muentes at 4:44 a.m. | Permalink |


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