"Señor, escucha mi oración; que mi grito llegue a ti"...Salmo 102.
REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY
Lunes 2 de Octubre del 2023
Hoy la Iglesia celebra la fiesta de los SANTOS ÁNGELES CUSTODIOS, LOS MENSAJEROS Y PROTECTORES.
"Yo te enviaré un ángel delante de ti para
protegerte en el camino y para que puedas entrar en el lugar que yo te he
preparado..." Fueron las palabras de Dios a Moisés, para el pueblo de
Israel, que estaba ya cerca de entrar en la tierra prometida.
La misión de los ángeles custodios es acompañar a cada hombre en el camino por la vida, cuidarlo en la tierra de los peligros de alma y cuerpo, protegerlo del mal y guiarlo en el difícil camino para llegar al Cielo. Se puede decir que es un compañero de viaje que siempre está al lado de cada hombre, en las buenas y en las malas. No se separa de él ni un solo momento.
Para entrar en el Reino de los cielos necesitamos la guía de nuestro Padre Dios. Él es quien nos muestra el Camino y para eso tenemos que ser pequeños y humildes. Y en Su invitación entramos todos. Por eso, en este día, pidámosle al Señor descubrir, con la simpleza de un niño, el camino al Reino.
Como lo leemos en el texto del Evangelio, los discípulos estaban preocupados por ocupar los primeros puestos en el Reino y sentirse superiores a los demás. Y le preguntaron a Jesús: "Señor, quien es el más grande en el Reino de los Cielos?". Entonces llamó Jesús a un niño y lo puso en medio de ellos y les dijo: "Les aseguro que si ustedes no cambian o se hacen como niños, no entrarán en el Reino de los Cielos. Por lo tanto, el que se haga pequeño como este niño, será el más grande en el Reino de los Cielos”. Mt 18, 1-5.
La sutileza con la que Jesús le responde a sus discípulos es sorprendente. Él con su gran sabiduría les presenta a un niño y lo pone en medio de ellos para darles una enseñanza: Deben dejarse conducir y acompañar, siendo frágiles, inocentes y transparentes.
Hacerse como un niño no es ingenuidad sino una clara expresión de lo que Jesús nos pide en las Bienaventuranzas. Ello quiere decir, que es un compromiso de vida que nos aleja de todos los esquemas que ofrece el mundo cada día y que dominan a la humanidad y para lograrlo requiere de nosotros una firme decisión y tener el deseo de ser un verdadero discípulo de Jesús que está dispuesto a dar a otros el testimonio de una vida nueva y diferente.
Y quienes aspiramos a entrar al Reino de Dios debemos dejarnos guiar por Dios porque Él es el único camino.
No olvidemos que todos somos importantes en el Reino de Dios, pero Él tiene prioridad o preferencia por los más pequeños, los necesitados del amor y de la justicia.