domingo, septiembre 24, 2023

"Cerca está el Señor de los que lo invocan"...Salmo 145.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Domingo 24 de Septiembre del 2023

Jesús quiere con esta parábola de hoy abrir nuestros corazones a la lógica del amor de Dios, que es un amor gratuito y generoso. Se trata de dejarse asombrar y fascinar por los «pensamientos» y por los «caminos» de Dios que no son como los humanos marcados por el egoísmos e intereses personales, son estrechos y tortuosos. En cambio, los de Dios  son amplios y rectos. Él usa la misericordia para perdonar; es generoso y lleno de bondad vertiendo sobre cada uno de nosotros su gran amor. El abre a todos los territorios con sus gracias inconmensurables que solo pueden darle al corazón humano la plenitud de la alegría.

Hoy el Evangelio tomado de Mt 20, 1-16 nos presenta la parábola de los obreros de la viña.

Así dice su texto: Jesús dirigiéndose a sus discípulos, les dice: "El Reino de los Cielos se parece a un propietario que salió muy de madrugada a contratar obreros para trabajar en su viña. Trató con ellos un denario por día y los envió a su viña. Volvió a salir a media mañana y, al ver a otros desocupados en la plaza, les dijo: “Vayan ustedes también a mi viña y les pagaré lo que sea justo”. Y ellos fueron. Volvió a salir al mediodía y a media tarde, e hizo lo mismo. Al caer la tarde salió de nuevo y encontrando todavía a otros, les dijo: “¿Cómo se han quedado todo el día aquí, sin hacer nada?” Ellos les respondieron: “Nadie nos ha contratado”. Entonces les dijo: “Vayan también ustedes a mi viña”. Al terminar el día, el propietario llamó a su mayordomo y le dijo: “Llama a los obreros y págales el jornal, comenzando por los últimos y terminando por los primeros”. Fueron entonces los que habían llegado al caer la tarde y recibieron cada uno un denario." Mt 20, 1-8.

Miremos algo muy interesante. Jesús compara su actuar con la conducta del dueño de la viña. Es sorprendente, ¿no te parece? Sale en persona a contratar jornaleros hasta cinco veces. Lo que nos da a entender que no quiere que ninguna persona del pueblo se quede sin trabajar.

También observamos otra situación muy importante: El pago del trabajo no está ajustado al tiempo del servicio por cada grupo, aunque haya sido desigual. A todos les paga Un denario.

Y allí, comienza el problema. Los del primer grupo se sienten engañados, y protestan, pues trabajaron más tiempo y su jornada fue ardua; y su pago fue igual al del último grupo contratado. Entonces, el dueño de la viña les respondió: "¿Van a tener envidia porque soy bueno? Me quieren impedir que pueda disponer de mis bienes como me parezca? He sido generoso con ustedes ¿ no había cerrado el trato con ustedes en un denario?".

Hermanos, los criterios de Dios son diferentes a los nuestros. Él busca responder desde su bondad a nuestra necesidad de salvación.

Hemos de aprender a no confundir a Dios con nuestros esquemas mezquinos. Nuestro Dios no es un Dios justiciero, es un Dios de Misericordia.

Señor, queremos trabajar por Ti, queremos desgastarnos por Ti, queremos poner todo lo que somos a tu servicio. Ilumínanos con tu Espíritu para saber cómo y dónde servirte.

 
posted by Laureano García Muentes at 5:17 a.m. | Permalink |


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