jueves, septiembre 14, 2023

"No olviden las acciones del Señor"...Salmo 78.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Jueves 14 e Septiembre del 2023

Toda la vida de Jesús es manifestación de Dios que nos ama tanto que lo único que desea es que nos salvemos y que podamos encontrar el camino hacia la vida. Jesús denunció el mal en todas sus formas, pero se desvivió por intentar curar y sanar a aquellos que lo cometían. Víctima de la violencia, su corazón no se dejó vencer por el odio, sino que al contrario “soportó nuestros sufrimientos y aguantó nuestros dolores. El Señor cargó con nuestros crímenes.” Y es precisamente su testimonio el que nos permite creer que el amor vence al odio y sólo él puede desarmarnos y transformar las raíces del mal que existen en cada uno de nosotros y de nuestro mundo.

Hoy se celebra en la Iglesia Universal: La Exaltación de la Santa Cruz y con ella se honra la Cruz en la que fue crucificado Jesús.  Con esta celebración se nos invita a la acción de gracias y a la adoración, pues por el madero donde murió Jesús, vino la salvación. La Cruz es signo de victoria del amor y la gracia porque con ella, fueron derrotados el poder del pecado y de la muerte. Ella es símbolo de la redención de la humanidad. 

En el Evangelio de hoy tomado de  Jesús en diálogo ante Nicodemo le dice: "Nadie ha subido al cielo, sino el que descendió del cielo, el Hijo del hombre que está en el cielo. De la misma manera que Moisés levantó en alto la serpiente en el desierto, también es necesario que el Hijo del hombre sea levantado en alto, para que todos los que creen en Él tengan Vida eterna”. Jn 3, 13-15.

Hermanos, el Evangelio de hoy nos está invitando a reflexionar sobre la importancia de creer en Jesús como el Hijo de Dios como también, en el sacrificio que hizo por nosotros en la cruz. 

Dios amó tanto al mundo que envió a su único Hijo para salvarnos de nuestros pecados y para que tengamos vida eterna. 

Miremos algo muy importante: La fe en Jesús es la clave para nuestra salvación y su sacrificio es el mayor acto de amor que ha sido hecho hacia la humanidad. Por tanto debemos aceptar su amor y sacrificio y confiar en Él como nuestro Salvador, así, podremos vivir en paz y con una esperanza firme, sabiendo que hemos sido salvados por el amor de nuestro Dios.

Señor, queremos agradecerte el que hayas aceptado el anonadarte por nosotros. Te pedimos que nunca seamos indiferente ante tu sacrificio en la cruz. Concédenos percibir un poco más tu amor, vivo y verdadero, para buscar, con tu gracia nuestra Salvación.

 
posted by Laureano García Muentes at 5:06 a.m. | Permalink |


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