lunes, septiembre 04, 2023

"Cuenten las maravillas del Señor a todas las naciones"...Salmo 96.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Lunes 4 de Septiembre del 2023

Jesús ante el asombro e sus oyentes y vecinos presenta su misión para la que ha venido hasta nosotros. En un primer momento sus oyentes “le expresan su aprobación y se admiraban de las palabras de gracia que salía de sus labios”. Pero, en un segundo momento, cuando Jesús les recuerda ciertos episodios históricos donde los beneficiados de la acción de Dios no son judíos, “se pusieron furiosos”, y le llevan fuera del pueblo con intención de despeñarlo. Pero Jesús “se abrió paso entre ellos y se alejaba”. En este fragmento, se puede predecir la trayectoria de Jesús a lo largo de su predicación. Unos van a acoger sus palabras como cargadas de sentido, de vida y de salvación…. Y otros las van a rechazar… hasta culminar en el rechazo último en un juicio injusto que le llevó a morir en lo alto de una cruz. Estas dos posturas, de aceptación y de rechazo, se siguen produciendo en nuestros días. Pidamos a Jesús que nos siga concediendo la gracia de aceptarle como nuestro salvador que nos regala palabras de vida y de vida eterna.

En el Evangelio de hoy tomado de Lc 4, 16-30, Jesús estando en la Sinagoga de Nazaret le invitan a hacer la lectura y el comentario del Libro de los profetas y lee el texto de Isaías 61, 1-2 y entonces comunica ante todos los allí presentes la presentación solemne del programa de su Misión, diciendo: "«El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha consagrado por la unción. Él me envió a llevar la Buena Noticia a los pobres, a anunciar la liberación a los cautivos y la vista a los ciegos, a dar la libertad a los oprimidos y proclamar un año de gracia del Señor". Jesús cerró el Libro, lo devolvió al ayudante y se sentó.  Todos en la sinagoga tenían los ojos fijos en Él. Entonces comenzó a decirles: “Hoy se ha cumplido este pasaje de la Escritura que acaban de oír”. Todos daban testimonio a favor de Él y estaban llenos de admiración por las palabras de gracia que salían de su boca". Lc 4, 16-20.

Como lo leemos en el texto del Evangelio, Jesús da inicio a su plan de acción anunciando que los más beneficiados serán los pobres, los más necesitados, los que están oprimidos. Y este planteamiento molestó a quienes ostentaban el poder y a empujones lo sacaron de la ciudad a fin de despeñarlo. 

Él, ungido y motivado por el Espíritu Santo hace la lectura del profeta Isaías que dice: "El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha consagrado por la unción. Él me envió a llevar la Buena Noticia a los pobres, a anunciar la liberación a los cautivos y la vista a los ciegos, a dar la libertad a los oprimidos y proclamar un año de gracia del Señor". La gente se llenó de admiración, pero entre ellos, muchos se volvieron hostiles ante ese anuncio; y Él conociendo sus corazones, les dijo: "Yo les aseguro que nadie es profeta en su tierra".Lc 4,23.

Hermanos, este Evangelio de hoy nos muestra que, a menudo, las personas más cercanas a nosotros son las que menos nos entienden o aceptan nuestras ideas y acciones. Es importante recordar que Jesús también tuvo que enfrentar esta situación y que debemos perseverar y continuar predicando el mensaje del amor y la justicia, incluso si recibimos rechazo o desafío. Además, debemos recordar que Dios nos llama a ayudar a los más necesitados y estar dispuestos a cuándo y cómo sea que Él nos llame a hacerlo.

Señor, hoy te confesamos con nuestra boca que Jesús tu Hijo Ingenito, es nuestro Señor, Rey de Reyes y Señor de Señores, único y suficiente Salvador; hoy reconocemos nuestra pobreza, ceguera, cojera y sordera espiritual  que nos hace acreedores a beber de tu medicina y ser sanados, a beber de tu agua viva y ser saciados.

 
posted by Laureano García Muentes at 5:19 a.m. | Permalink |


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