domingo, agosto 27, 2023

"Señor, tu misericordia es eterna"...Salmo 138.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Domingo 27 de Agosto del 2023

Los seres humanos solemos percibir la realidad desde nuestras expectativas, necesidades, situaciones personales, formación cultural y religiosa, vivencias y experiencias, intereses... Estos son nuestros filtros, conscientes o inconscientes. Y Jesús quiere hacer un «feedback», una valoración de lo que la gente ha podido captar de sus palabras y obras, qué les ha quedado de todo su empeño misionero. Es una tarea necesaria siempre, y en los agentes de pastoral también. La pregunta no se dirige al terreno intelectual o teológico... ¿Qué habéis percibido de mí en el trato personal, qué ha supuesto para vosotros el seguirme, el escucharme, el estar conmigo...? ¿En qué habéis cambiado personalmente, cómo estoy influyendo en vuestras vidas?. Pedro se adelanta a responder a modo de portavoz de todo el grupo y hace toda una declaración breve, pero profunda sobre Jesús: "Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo". Es una respuesta bastante más completa que la que dieron en la barca, después de la tempestad. Y esa declaración de fe será el cimiento, la piedra, sobre la que Jesús levantará su futura Iglesia.

En el Evangelio de hoy tomado de Mt 16, 13-20, Jesús le da a entender a sus discípulos que el Reino de Dios será instaurado como una institución visible que proclamaría al mundo al Único y Verdadero Dios y que Pedro sería su primer responsable en esa Iglesia.

Como lo dice el texto del Evangelio, Jesús junto con sus discípulos llegaron a la región de Cesarea de Filipo, y estando allí, les preguntó: "¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del hombre?" Ellos dijeron: "Unos, que Juan el Bautista; otros, que Elías, otros, que Jeremías o uno de los profetas". Él les dijo: "Y vosotros ¿Quién decís que soy yo?" Simón Pedro contestó: "Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo". Replicando Jesús le dijo: "Bienaventurado eres Simón, hijo de Jonás, porque no te ha revelado esto la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en los cielos. Y yo a mi vez te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia. Mt 16, 13-18.

Pedro, con toda lucidez reconoce a Jesús como el Mesías, el Hijo de Dios; y Jesús reconoce que su afirmación es una revelación fruto de la gracia de Dios; y que es el producto del conocimiento que fue prometido por Dios para aquellos con quienes establece la nueva alianza: Conocerle como el Único y Verdadero Dios. Que es el mandato nuevo y la doctrina nueva.

Esta es una gran lección para nosotros ya que nos recuerda que nuestra fe no proviene de nosotros mismos, sino que es un regalo de Dios; y hoy Pedro es un gran ejemplo de cómo debemos ser: fieles, humildes y dispuestos a seguir a nuestro Maestro con decisión firme a pesar de los sacrificios y las dificultades que se nos presenten en la vida.

Hermanos,  hoy se nos hace importante que miremos muy profundamente y nos demos cuenta de que, aunque Jesús da a Pedro un papel importante en la fundación de su iglesia, la iglesia que Él fundó y dirige hoy el Papa como Vicario de Cristo y representante de Pedro, pertenece a todos los creyentes; por tanto, tú y yo estamos llamados a trabajar juntos para salir y difundir el mensaje de la Jesús en cualquier lugar del mundo y así, ayudar a construir su Reino: El Amor Fraterno entre todos los hombres. 

Señor, vamos a meditar en tu nombre. Dinos quién eres. Sabemos que eres el Hijo de Dios entre nosotros, todo el que te ve, ve también al Padre. Queremos también verte, queremos escucharte y descubrir cual es tu nombre: Eres Jesús, nuestro Salvador. 

 
posted by Laureano García Muentes at 5:24 a.m. | Permalink |


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