"¡Qué tus fieles, Señor, proclamen la gloria de tu reinado!"...Salmo 145.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Jueves 24 de Agosto del 2023

Comentario: 

El signo concreto de que realmente hemos encontrado a Jesús es la alegría que sentimos al comunicarlo a los demás. Encontrar a Jesús equivale a encontrarse con su amor. Este amor nos transforma y nos hace capaces de transmitir a los demás la fuerza que El, nos dona. De alguna manera, podríamos decir que desde el día del Bautismo nos ha sido dado a cada uno de nosotros un nuevo nombre además del que ya nos dan mamá y papá, y este nombre es Cristóforo». ¡Todos somos «Cristóforos»! ¿Qué significa esto? «Portadores de Cristo». Es el nombre de nuestra actitud, una actitud de portadores de la alegría de Cristo, de la misericordia de Cristo. Todo cristiano nos llamamos Cristóforos. (Papa Francisco. Audiencia Jubilar, 30 enero 2016)

Natanael le preguntó: “¿Acaso puede salir algo bueno de Nazaret?” “Ven y verás”, le dijo Felipe. Al ver llegar a Natanael, Jesús dijo: “Éste es un verdadero israelita, un hombre sin doblez”. “¿De dónde me conoces?”, le preguntó Natanael. Jesús le respondió: “Yo te vi antes que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera”. Natanael le respondió: “Maestro, Tú eres el Hijo de Dios, Tú eres el Rey de Israel”. Jn 1, 45-49.

Hermanos, Dios se vale de muchísimos medios para llamar a que le conozcan y le sigan. Él también, utiliza alguna causa especial para hacernos ver que está a nuestro lado y quiere que le reconozcamos y  escuchemos su llamado.

Y miren: Él así lo hace con Felipe cuando encuentra a Natanael  reconociendo en él su fidelidad a Dios. Jesús conoce todo de él, lo bueno y lo malo. Conoce lo más secreto de su corazón y no lo juzga, ante por el contrario, lo llama y le invita a que le siga.

Hermanos, como seguidores del Salvador, les invito a manifestar nuestra fe llena de fuerza y gracias por vivir el encuentro con quien nos invita a no claudicar a su llamado. Recordemos que Jesús es la ruta de ida y vuelta entre Dios y los hombres y es por donde cada día transitamos en busca de su acogida tierna y misericordiosa para que nos restaure. Dejemos que Dios nos hable y sorprenda siempre con su maravilloso amor. 

Señor, Tu eres el hijo de Dios, el rey de nuestras vidas y nuestro mejor amigo, maestro y pastor. Tómanos de la mano y condúcenos al Padre para buscar la santidad en la coherencia y en el cumplimiento de su voluntad.