"Alegrémonos con el Señor"...Salmo 97
REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY
Viernes 1 de Septiembre del 2023
Esta conocida parábola de hoy nos habla de la necesidad de estar siempre
preparados para la venida del Señor. Y no pensemos en el último día, pensemos
en el aquí y el ahora, porque Dios viene a nuestras vidas de muy diferentes
maneras y debemos estar preparados para recibirle: en momentos de angustia, en
momentos de alegría, en la necesidad de un hermano, en el trabajo cotidiano, en
medio de nuestra gente... siempre debemos estar disponibles y preparados.
Hoy el Evangelio tomado de Mt 25, 1-13, nos presenta la parábola de las vírgenes prudentes, Jesús les conto a sus discípulos la siguiente parábola: "El reino de los cielos se parece a diez vírgenes que tomaron sus lámparas y salieron al encuentro del esposo. Cinco de ellas eran necias y cinco eran prudentes. Las necias, al tomar las lámparas, no se proveyeron de aceite; en cambio, las prudentes se llevaron alcuzas de aceite con las lámparas. El esposo tardaba, les entró sueño a todas y se durmieron. A medianoche se oyó una voz: “¡Que llega el esposo, salid a su encuentro!”. Entonces se despertaron todas aquellas vírgenes y se pusieron a preparar sus lámparas. Y las necias dijeron a las prudentes: “Dadnos de vuestro aceite, que se nos apagan las lámparas”. Pero las prudentes contestaron: “Por si acaso no hay bastante para vosotras y nosotras, mejor es que vayáis a la tienda y os lo compréis”. Mientras iban a comprarlo, llegó el esposo, y las que estaban preparadas entraron con él al banquete de bodas, y se cerró la puerta. Más tarde llegaron también las otras vírgenes, diciendo: “Señor, señor, ábrenos”. Pero él respondió: “En verdad os digo que no os conozco”. Por tanto, velad, porque no sabéis el día ni la hora" Mt 25, 1-13.
En esta Parábola vemos que entre las vírgenes hay cinco de ellas que fueron previsivas y llevaron consigo más del aceite del que cargan sus lámparas. En cambio las otras cinco que se olvidaron de prever su aceite se pusieron en riesgo al acabarse el aceite y se apagaran sus lámparas.
Y sucede que el esposo se retrasó y no llegó a la media noche y cuando avisan que va a llegar, las que no previeron esa situación se lamentan y corren a la tienda más cercana para comprar el aceite pero, cuando regresaron, la puerta para entrar a la fiesta estaba cerrada.
Hermanos, preguntemos: ¿Están nuestras lámparas dispuestas para ir el encuentro con el Señor? Miren, el seguimiento a Jesús no consiste en arrebatos intermitentes sino en la búsqueda sincera y constante del Reino de Dios en todos los momentos de la vida, pues todos ellos son regalos de Dios y pertenecen a su tiempo.
Lo que importa no es saber la hora del fin sino tener una mirada capaz de percibir la venida del Señor en los acontecimientos de la vida de cada día.
Señor, hoy salimos al encuentro del Amado, de nuestro Proveedor, del que nos da el aceite de su unción, de aquel que está presto a que nunca nos falte nada; de aquel que es luz que en nuestro andar. Gracias, porque provees a nuestra familia, descendencia y todo el que se une a esta oración del aceite de tu gracia, de tal manera que siempre estemos listos para acudir a tu llamado porque tu gracia nos basta.