martes, septiembre 26, 2023

"Vamos alegres al encuentro del Señor"

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Martes 26 de Septiembre del 2023

Jesús en el Evangelio de hoy, nos señala lo importante, lo que nos hace seguidores suyos: La relacion que debe haber entre los hijos y el Padre. La gente le avisa de que su familia lo está buscando. Y parece que Jesús contesta de manera distante diciendo: “¿Quiénes son mi madre y mis hermanos?”. Cuando leemos esto pareciera que Jesús no reconoce a los suyos, pero lo que Jesús quiere demostrar es que todo aquel que lo escucha sea también parte de su familia, que todos y cada uno de nosotros seamos parte de Él, de su Reino, que seamos verdaderos discípulos suyos, no de una forma lejana, sino de una forma única y personal.

En el Evangelio de hoy tomado de Lc 8,19-21, Jesús quiere ir más allá de los afectos y de la relación familiar para que descubramos en Él, esa relación íntima y profunda que nos regala al aceptar ser sus discípulos: La hermandad.

Dice el texto del Evangelio de hoy que se le presentaron a Jesús su madre y sus hermanos, pero  no lograron acercarse por el gentío. Le avisaron: "Tu madre y tus hermanos están afuera y quieren verte" y Él les replicó: "Mi madre y mis hermanos son los que escuchan la Palabra y la cumplen". Lc 8, 19-21.

Jesús aprovechó esos momentos no para negar el afecto filial hacia los suyos sino para comparar el afecto  humano al otro afecto de la nueva familia compuesta por todos aquellos que desean ser sus fieles seguidores. Con su respuesta abre a una nueva identificación espiritual: Su Familia compuesta por quienes de verdad le aceptan y desean seguirle como sus discípulos. Y allí, María es la madre de esta nueva familia. 

Y miren: Cuando aceptamos la Palabra de Dios y ponemos en práctica entramos a formar parte de la intimidad con Él y se establece un lazo fuerte y significativo que nos va uniendo a través de la Fe.

Hermanos: El Evangelio de hoy es una invitación a que tú y yo sigamos adelante y con toda firmeza haciendo parte de la gran familia de Jesús. Para ello, necesitamos compartir nuestra vida con Él y ayudando a nuestros hermanos más necesitados de manera solidaria. También, compartiendo nuestros dones y talentos con ellos para así, derrotar el egoísmo, la vanagloria y el deseo de poder para unir los lazos y compartir la misma mesa.

Señor, ayúdanos a incrementar nuestra familiaridad contigo por la fe, de tal modo que te conozcamos cada vez más; y conociéndote, te amemos más; y amándote, te imitemos más; e imitándote te sigamos y nos entreguemos todo a ti sin reserva alguna.
 
posted by Laureano García Muentes at 5:33 a.m. | Permalink |


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