domingo, octubre 15, 2023

"Habitare en la casa del Señor sin años ni términos"...Salmo 23.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Domingo 15 de Octubre del 2023.

La parábola de hoy pareciera de una difícil interpretación en todos sus detalles, en los que no podemos entrar en estas pocas líneas: En ella vemos la reacción fuerte del rey ante los que no quisieron aceptar su invitación y el castigo intenso del que entró sin el traje adecuado a la fiesta. Jesús pronunció esta parábola en Jerusalén. El sabia de antemano, que allí sería rechazado, como lo habían sido unos siglos antes los profetas. A pesar de la negativa de los primeros invitados, Dios sigue llamando e invitando a las personas. Hoy aun Jesús invita a este banquete porque sabe que ahí está el camino de salvación para todo hombre de todos los tiempos, ahí encontrará cualquiera el camino de vivir con sentido, con esperanza, con alegría. El banquete se realizará; la fiesta del Reino se celebrará, porque el Padre quiere que su casa reúna a toda clase de gente, sin embargo las personas tenemos la capacidad y la libertad de aceptar el regalo de Jesús o de rechazarlo.

El Evangelio de hoy tomado de Mt 22, 1-14 nos narra la parábola del *Banquete de Bodas*. Jesús la utilizó para hacerles ver a los sumos sacerdotes y fariseos que la invitación que Él hace para entrar al Reino de Dios es para todos; y que para ser partícipe de ese banquete es necesario colocarse el vestido adecuado, es decir: *revestirse de Él  teniendo sus mismos pensamientos y sentimientos*.

Así lo describe Él hoy en el texto del Evangelio: *"El Reino de los Cielos se parece a un rey que celebraba las bodas de su hijo. Envió entonces a sus servidores para avisar a los invitados, pero éstos se negaron a ir. De nuevo envió a otros servidores con el encargo de decir a los invitados: “Mi banquete está preparado; ya han sido matados mis terneros y mis mejores animales, y todo está a punto: Vengan a las bodas”. Pero ellos no tuvieron en cuenta la invitación, y se fueron, uno a su campo, otro a su negocio; y los demás se apoderaron de los servidores, los maltrataron y los mataron. Al enterarse, el rey se indignó y envió a sus tropas para que acabaran con aquellos homicidas e incendiaran su ciudad. Luego dijo a sus servidores: “El banquete nupcial está preparado, pero los invitados no eran dignos de él. Salgan a los cruces de los caminos e inviten a todos los que encuentren"*. Mt 22, 1-7

Jesús hace ver a los sumos sacerdotes y a los fariseos la insistencia de Dios en llamar a su pueblo; pero estos, se muestran sordos y faltos de interés porque viven preocupados de sus propuestas y ambiciones, por tanto renuncian a toda posibilidad de participar en la vida eterna. Pero como lo vemos en la parábola, alli, uno de los que aceptaron participar de la fiesta, se presentó con un traje inadecuado, es decir, sin la disposición moral requerida, por esto fue apartado y condenado por el dueño de la boda y lanzado a las tinieblas. 

Hermanos, esta parábola de hoy nos muestra la importancia de aceptar la invitación de Dios Reino y para hacerlo hay que actuar siempre con humildad y agradecimiento. También, nos recuerda que, aunque todos somos invitados a participar en la salvación que Dios ofrece, no todos respondemos de manera adecuada. Y miren, el hecho de que el hombre fuera expulsado del banquete por no vestir apropiadamente , nos muestra que necesitamos prepararnos y estar listos para la llegada del Señor, no solo llenos de fe y  voluntad, sino también, demostrándolo con nuestras conductas y comportamientos.

Señor, tu nos invitas incansablemente para tener un encuentro misterioso con el amor. Tu iniciativa nos conmueve. Ayúdanos a elevar nuestros corazones hacia Ti para saber corresponderte participando dignamente en ese banquete de tu Reino.

 
posted by Laureano García Muentes at 4:22 a.m. | Permalink |


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