jueves, octubre 12, 2023

"Dichoso el que ha puesto su confianza en el Señor"...Salmo 1

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Jueves 12 de Octubre del 2023

Hoy celebra la Iglesia Universal la advocación a Nuestra Señora del Pilar, Virgen que según la tradición se le apareció a Santiago Apóstol en Zaragoza «en carne mortal» antes de su Asunción y como testimonio de su visita habría dejado una columna de jaspe conocida popularmente como «el Pilar». Se cuenta que Santiago y los siete primeros convertidos de la ciudad edificaron una primitiva capilla de adobe a orillas del Río Ebro en su honor.

Con la Virgen del Pilar pedimos a Dios fortaleza en la fe, seguridad en la esperanza y constancia en el amor. Y le decimos a Dios: Gracias, Padre, por María, la Virgen. Ella es Pilar de nuestra fe, de nuestra vida cristiana. Es pilar seguro por su humildad y sencillez. Es pilar firme porque se apoyó en el mejor cimiento, se apoyó en Ti, en tu amor, que nunca falla, se apoyó en tu palabra, palabra escuchada y cumplida.

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En el Evangelio de hoy, Jesús nos hace entender que Dios siempre responde, que ninguna oración quedará sin ser escuchada. Él nos suplica que debemos ser insistentes y no rendirnos. ¿Por qué? Porque Dios que es un Padre Misericordioso, no olvida a sus hijos que sufren. Aunque muchas veces creemos que Él no nos escucha y entonces, nuestros desesperos nos ponen en crisis al no obtener ningún resultado. ¿Cuántas veces hemos pedido y no hemos obtenido? Sí, todos lo hemos experimentado. ¿Cuántas veces hemos llamado y encontrado una puerta cerrada? La oración siempre transforma la realidad. Si las cosas no cambian a nuestro alrededor al menos nosotros cambiamos nuestros corazones. 

En el Evangelio de hoy tomado de Lc 11, 5-13, Jesús después de enseñarles a sus discípulos la forma como deben orarle al Padre, hoy como lo vemos en el texto, les enseña como la fe  y la insistencia son fundamentales en la oración. Él, les dice: "Supongamos que alguno de ustedes tiene un amigo y recurre a él a medianoche, para decirle: “Amigo, préstame tres panes, porque uno de mis amigos llegó de viaje y no tengo nada que ofrecerle”, y desde adentro él le responde: “No me fastidies; ahora la puerta está cerrada, y mis hijos y yo estamos acostados. No puedo levantarme para dártelos”. Yo les aseguro que aunque él no se levante para dárselos por ser su amigo, se levantará al menos a causa de su insistencia y le dará todo lo necesario. También les aseguro: pidan y se les dará, busquen y encontrarán, llamen y se les abrirá. Porque el que pide, recibe; el que busca, encuentra; y al que llama, se le abrirá." Lc 11, 5-11.

Hermanos, esta parábola nos muestra que nuestra oración también debe ser persistente y constante, que debemos buscar a Dios con determinación, confiando en la bondad del Padre celestial sin dudar en pedirle lo que necesitamos.

Esta parábola también nos invita a reflexionar sobre nuestra relación con el prójimo y la llamada a la solidaridad y la generosidad. 

Miren, cuando tenemos el interés de que Dios nos atienda una petición, debemos confiar en la bondad de Dios, perseverar a pesar de las dificultades y estar siempre dispuesto a ayudar a los demás. 

No podemos olvidar que Dios sabe lo que necesitamos y nos concede lo que es bueno para nosotros. Él va más allá y se nos da a sí mismo, nos da su propio Don que es el Don de su Espíritu. Él no es indiferente a nuestras súplicas.

Señor, hoy venimos ante Ti con la confianza y la seguridad que Tú eres un Padre, dispuesto a darnos todo lo bueno que necesitamos, aunque muchas veces no sepamos pedirlo ni agradecerlo. Ayúdanos a redescubrir nuestra fe por medio del encuentro contigo en tu Palabra.

 
posted by Laureano García Muentes at 5:45 a.m. | Permalink |


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