"Líbranos, Señor, por el honor de tu nombre"... Salmo 79.

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Viernes 6 de Octubre del 2023

Cuantas veces nosotros, educados en un ambiente cristiano, desoímos las peticiones de Jesús, nuestro Maestro y nos alejamos de sus caminos. Así lo hicieron las ciudades de Corozaín y Betsaida. Hoy muchos de nosotros cerramos los ojos, los oídos, el corazón, al mensaje que Jesús nos dirige y nos vamos por otros caminos que merecen las condenas de Jesús. ¿Cuántas veces, pegados de "nuestra importancia" y seguros de estar en posesión de la verdad, pensamos que hablamos y actuamos en contra del verdadero mensaje de Jesús? ¿Con cuánta frecuencia seguimos los pasos que nos alejan de sus verdaderos mensajeros? ¿No estaremos tratando de escalar el cielo hasta merecer la condena de Jesús? Abramos nuestro espíritu al mensaje que nos pregona el Evangelio, sigámoslo y busquemos el aplauso de nuestra propia conciencia. Prestemos nuestra atención a Dios y dejemos de escuchar a tantos falsos profetas que nos rodean, que a veces nos aturden con sus mensajes cargados de maldad bien disimulada y con un ropaje de piedad falsa.

Corozaín, Betsaida y Cafarnaún están situadas junto al mar de Galilea y Tiro y Sidón están más hacia el Nor-Oriente. Estas ciudades no respondieron a la propuesta de salvación que predicaban los profetas como Jesús. Él les anuncia la gravedad que estaban cometiendo y el castigo que podrían enfrentar. 

Hermanos este Evangelio es un fuerte aviso para quienes se quieren excluir de Conocer, Amar y Vivir conforme al Evangelio y caen en la hipocresía. Ellos cierran sus ojos y siguen por el mundo caminando a ciegas. 

También este Evangelio nos interpela y nos impulsa a sacar lo mejor de nosotros para seguir depositando nuestra esperanza en el Señor. 

Señor, ayúdanos a evitar todo lo que nos ofende el mundo y a escuchar tantos falsos mensajes cargados de maldad que quieren llevarnos a la separación de Dios. Abre nuestras mentes y nuestros corazones, aumenta nuestra fe, acrecienta nuestra confianza e inflámala de tu amor.