domingo, octubre 08, 2023

"La viña del Señor es la casa de Israel"...Salmo 80

REFLEXION AL EVANGELIO DE HOY

Domingo 8 de Octubre del 2023

La parábola de los viñadores asesinos refleja la historia dramática de Israel y esta, se convierte en una llamada de atención para todos los que formamos el nuevo pueblo de Dios que es la Iglesia. pues El, espera de nosotros que demos los frutos esperados. Dios es el propietario de la tierra, el pueblo es la viña, los siervos los profetas y el hijo, de que habla la parábola, es Jesús. Como lo leemos en la parábola, El denuncia el abuso de la autoridad de los viñadores, esto es, de los sacerdotes y ancianos que no cuidan del pueblo de Dios. Defiende la autoridad de los profetas, enviados por Dios, pero que son masacrados por los sacerdotes y ancianos. También,  desenmascara a las autoridades que manipulan la religión y matan al hijo, porque no quieren perder la fuente de renta que consiguieron acumular para sí, a lo largo de los siglos. Pero El dueño de la viña que es un Padre misericordioso intenta probar que estaba dispuesto a perdonar y ofrecer otra oportunidad.

En el Evangelio de hoy tomado de Mt 21, 33-43 Jesús dirigiéndose a los jefes de los sacerdotes, los ancianos y fariseos les enseña a través de la parábola de los viñadores asesinos el alcance de su proyecto de salvación Y les dice: Escuchen esta parábola: "Había una vez un propietario que plantó un viñedo, lo rodeó con una cerca, cavó un lagar en él, construyó una torre para el vigilante y luego la alquiló a unos viñadores y se fue de viaje. Llegado el tiempo de la vendimia, envío a sus criados para pedir su parte de los frutos a los viñadores; pero éstos se apoderaron de los criados, golpearon a uno, mataron a otro, y a otro más lo apedrearon. Envió de nuevo a otros criados, en mayor número que los primeros, y los trataron del mismo modo. Por último, les mandó a su propio hijo, pensando: "A mi hijo lo respetarán". Pero cuando los viñadores lo vieron, se dijeron unos a otros: "Éste es el heredero. Vamos a matarlo y nos quedaremos con su herencia".  Mt 21, 33-38.

Jesús desenmascara sus intenciones de buscar acusarlo con falsos señalamientos y hasta manipulando incluso leyes y  religión para buscar motivos suficientes para asesinarlo. Y es que ellos veían en Jesús un peligro a sus acomodadas costumbres,   pues no querían perder la fuente de sus ingresos y todas aquellas cosas que habían logrado alcanzar a través de los tiempos. Ellos le seguían e inclusive escuchaban sus palabras y veían sus milagros y sanaciones con escepticismo, pues estaban llenos de nerviosismo y así, sacaban sus propias conclusiones. 

Hermanos, al leer y reflexionar el sentido de la parábola de hoy, ella quiere suscitar en todos nosotros sobre las responsabilidades que tenemos cada uno frente a los dones que Dios nos ha regalado, pues no podemos pensar que nosotros somos dueños de ellos. 

Recordemos que Dios no bendice a un Cristiano estéril que como higuera no produzca los frutos que espera. Lo que Dios quiere de nosotros seamos trabajadores dignos de su viña y que se esfuerzan en cuidar los plantíos para que produzcan los frutos en abundancia. 

Señor, tu ejemplo en la cruz nos motiva a vivir con más entusiasmo y con más sacrificio la vida. Ayúdanos a alzar la mirada a ti cada vez que nos sintamos débiles y que nuestras fuerzas parecieran desfallecer en el camino.

 
posted by Laureano García Muentes at 5:49 a.m. | Permalink |


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